A pesar de que carecía de guía, la Catedral de Ourense cuenta con libros de investigación muy relevantes -como los publicados por Caixa Ourense, Hércules Ediciones, la edición de Manuel Sánchez Arteaga, actualizada por José Luis Saco, y también tiene un extenso capítulo en un libro dedicado a las catedrales de Galicia - por lo que Miguel Ángel González considera que "es una de las más privilegiadas en ese sentido". Pero "carecía de un libro de bolsillo, que pueda llevar la gente cómodamente en la mano", mientras contempla los tesoros de la basílica ourensana. Ese es el motivo por el que La Catedral de Ourense, sorpresa gozosa de arte y fe tiene tan solo 108 páginas, muchas con fotos en color, y se vende por 12 euros.

Miguel Ángel González reconoce que la parte más visitada de la Catedral de Ourense es la capilla del Santo Cristo. "Aparte de ser un espacio de devoción, que para muchas personas es una de las razones por las que visitan la catedral, también es un espacio donde se condensa tantísimo arte. Es todo un capolavoro del arte barroco, con obras singulares, como el Cristo del siglo XIV, esculturas de Francisco de Castro Canseco, el famoso San Mauro de Francisco de Moure, todo el coro de obras que allí se han ido acumulando, terminando con las tablas del coro que se colocaron allí en el año 1937".

La catedral de Ourense cuenta con tres espacios, que las personas que se acercan a ella tendrían que ver en una visita rápida, porque en ellos se concentra lo más importante del templo. "Son la Capilla Mayor, el Pórtico del Paraíso y el Tesoro de la Catedral".

La Capilla Mayor "es el espacio jerárquico más importante de cualquier catedral", como demuestran en el caso de la de Ourense el retablo mayor, los retablos relicarios, "los sepulcros que allí hay y la visión que hay de la arquitectura de la catedral con el cimborrio". Luego, en los pies está el Pórtico del Paraíso, que "es una sorpresa para muchísima gente. No tienen más que el Pórtico de la Gloria en la Cabeza, y cuando ven aquí una obra tan singular, tan magníficamente restaurada, se dan cuenta de que es una obra muy importante del arte gótico".

Por último, el claustro gótico, denominado Claustra Nova, donde se colocó el Tesoro de la Catedral (Museo Catedralicio), "no deja de ser un ir de sorpresa en sorpresa, al contemplar la Cruz Preciosa, los esmaltes de Limoges, joyas, el Centellero, esculturas, el Tesoro de San Rosendo, el Misal Auriense? Todo lo que pueda esperar la gente y mucho más, allí lo encuentra".

Miguel Ángel González realiza un recorrido minucioso de la Catedral en su guía, al proponerse que "cualquier persona que se haga una pregunta sobre la catedral, encuentre la respuesta que se le pueda dar". Explica "quien lo hizo, cuándo se hizo y el significado que tiene" cada pieza.