Un ourensano de 57 años quedó en libertad tras prestar declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción 2 como presunto autor de los delitos de tentativa de homicidio y allanamiento de morada. El hombre, al que detuvo la policía durante la noche del pasado viernes, entró en el piso de su vecino con dos cuchillos con la intención de matarle a él y al amigo que le acompañaba.

Las amenazas -"te voy a matar, te voy a matar"- las escucharon por el interfono los agentes que acudieron a la vivienda y continuó repitiéndolas el detenido ya en presencia de la autoridad policial: "Los iba a matar, esa es la verdad", admitió. Ya en Comisaría, el hombre seguía gritando y se mostraba sorprendido por su situación. Según detalló la Policía no entendía el motivo de su detención y repetía que no había pegado a nadie y que tampoco era eso lo que pretendía. "Lo que quería era matarlos", aseguró.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes por la noche en un inmueble de la calle Escultor Francisco Moure, en el barrio de O Couto. La propia víctima, un hombre joven, llamó al 091 para alertar de que un vecino había entrado en su casa y le estaba amenazando con unos cuchillos, diciéndole que lo iba a rajar.

Agentes del grupo de Seguridad Ciudadana de la Comisaría se dirigieron al lugar y al llamar al interfono escucharon las amenazas. Ante tal situación, los agentes subieron corriendo por las escaleras y se encontraron en el rellano del cuarto piso a un hombre "fuera de sí" esgrimiendo dos cuchillos.

El sospechoso fue reducido e inmovilizado allí mismo por los agentes, que le intervinieron los cuchillos.

Según les explicó la víctima, alguien timbró en su puerta y al ver que bloqueaban la mirilla creyó que era un amigo que suele hacer ese tipo de bromas. Al abrir se encontró al vecino empuñando un cuchillo en cada mano. Según explicó, el hombre accedió al interior del piso por la fuerza y con clara intención de clavarle las armas. Con un salto consiguió evitar el impacto y con la ayuda de un amigo que se encontraba en la casa consiguió empujarle hacia el rellano y cerrar la puerta, para llamar a la policía. Desde Comisaría aseguran que no existía un motivo de enfrentamiento, si bien en una ocasión anterior ya había entrado en un bar en el que se encontraba la víctima y empezó a insultarle. Al detenido le constan tres detenciones anteriores.