Unas 17 comunidades de montes de la provincia de Ourense, 4 del resto de Galicia, y alrededor de unas 15 lusas participaron ayer en las primeras "Xornadas transfronteirizas do baldío do Gerês e os montes veciñais do Xerés". Comuneros portugueses y españoles, afectados por el Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés-Gerês, coincidieron todos en que se excluye a los propietarios de las tierras de la participación en las decisiones que afectan a este espacio natural. También en la necesidad de cambiar y volcar la gestión de las áreas protegidas cara la defensa y recuperación del medio en función del hombre, ya que apuntan que el modelo actual de gestión es "un fracaso".

Este primer encuentro que tuvo lugar en Caldas do Gerês, Terras do Bouro, en Portugal, estuvo organizado por la Federación Nacional dos Baldíos de Portugal y la Organización Galega de Comunidades de Montes Vecinales en Mano Común, en colaboración con las organizaciones locales del Parque Nacional Peneda-Gerês. Desde la comunidad de montes Ríocaldo-Xurés, su presidente, Domingo Rodríguez, apunta que "nos sentimos maltratados por la Administración", y recuerda que "presentamos alegaciones al plan que regula el uso y gestión del parque, que se está renovando, y hemos ido recabando apoyos entre los alcaldes, donde algunos hicieron plenos monográficos".

Pero ahora se encontraron con la sorpresa de que desde la Xunta se mantuvo una reunión con alcaldes en la sede del parque y no se citó a los representantes de ninguna comunidad "que son los propietarios del terreno", y en la que se manifestó la intención de prorrogar para 2019 la exposición pública del borrador del plan de uso y gestión, PRUX, que estaba prevista para octubre, por lo que "hay malestar entre las comunidades de montes".

En la reunión de ayer se coincidió en recuperar los hábitos y usos tradicionales para que el hombre "pueda mantenerse aquí" y recuperar los valores que ponen en valor estos territorios mantenidos en el tiempo, y sostienen que el instrumento para promover el cambio sería los planes de ordenación. Asimismo, apuntan la necesidad imperiosa de recibir las compensaciones.

Consideran imprescindible que los comuneros se organicen de forma que puedan luchar por ese cambio.

Por su parte las comunidades de montes del Xurés están preocupadas y desconfían de la Consellería de Medio Rural en cuanto a la situación del borrador del PRUX. Después de la fase de negociaciones de las alegaciones a presentar por la Mancomunidad de Comuneiros do Xurés con la empresa encargada de la elaboración del plan en el primer semestre del año, están esperando la presentación del borrador previsto para octubre de este año sin que se les notificara nada hasta ayer.

Nueva mancomunidad

Por otra parte, en la parte ourensana se está apunto de aprobar los estatutos de la Mancomunidad de Comunidades Vecinales de Montes en Manos Común del entorno del parque con 21 comunidades asociadas.