La conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, anuncia que las obras de recuperación de la pasarela sobre el río Vilameá, en el Concello de Lobios, estarán concluidas en 2019, por lo que se podrá caminar nuevamente por la Ruta dos Muíños. Precisamente, ayer supervisó los trabajos que la Dirección Xeral de Patrimonio Natural está ejecutando con un presupuestos que supera los 80.000 euros.

Vázquez destaca que se trata de una actuación muy demanda desde el Concello de Lobios, ya que permite acceder y transitar por un sendero único con 12 molinos y que actualmente está cortado en este punto debido al deterioro de la infraestructura de paso. Los trabajos consisten en la colocación de una estructura de madera de pino albar, de 18 metros de largo, 1,5 metros de ancho, salvando el río Vilameá a una altitud de 10 metros.

Apunta que la importancia de esta actuación radica en su fondo, que es la recuperación del patrimonio existente en la zona para poner en valor y divulgar este espacio protegido en el que está enclavado, el Parque Baixa Limia- Serra do Xurés, que es el parque natural más extenso de los que hay en Galicia, con casi 30.000 hectáreas que abarcan seis concellos, siendo los de Bande, Lobeira, Lobios, Muíños, Entrimo y Calvos de Randín.

El parque Baixa Limia- Serra do Xurés es un espacio de gran importancia, no solo para Galicia, sino también a nivel mundial como reconoció la Unesco en 2009 al declararlo Reserva da Biosfera Transfronteiriza, junto con el Parque Nacional portugués de Peneda-Gerés.

Recuerda que cuenta con varias figuras de protección, la última reconocida en 2014 fue la de Zona Especial de Conservación Baixa Limia, y que es una zona de campeo de la águila real (especie incluida en el Catálogo Galego de Especies Amenazadas en la categoría de en peligro de extinción), y por la que fue declarada en 2001 área prioritaria de reproducción, de alimentación, de dispersión y de concentración local de esta especie. En este parque están censadas más de 30 especies de mamíferos y 150 aves, cuenta con un importante patrimonio arqueológico, etnográfico e histórico y numerosos yacimientos de la cultura castrexa. Dice Vázquez que es "un conjunto de potenciales y atractivos que cerca de 24.000 visitantes en 2018 pudieron conocer a través de los 130 kilómetros acondicionados en las 11 rutas de senderismo identificadas".

La Xunta es consciente de su importancia y por eso está comprometida con su protección y conservación, tal y como demuestran las inversiones realizadas en 2018, que superaron los 341.000 euros, y permitieron actuaciones de restauración y de prevención en el parque natural, así como iniciativas para su divulgación y promoción.