El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de O Carballiño ha concluido la instrucción del caso contra José Alén Lorenzo como presunto autor de la muerte de su esposa, Virginia Ferradás, con la que llevaba casado 25 años, el 29 de enero de 2017. La magistrada dirige la causa contra el sospechoso como presunto autor de un delito de homicidio y acuerda la apertura de juicio oral. El caso, que pasa ahora a la Audiencia Provincial de Ourense, será enjuiciado por el tribunal del jurado.

La instructora considera que de las diligencias practicadas se deriva "la existencia de indicios racionales de criminalidad" contra el sospechoso. La jueza acuerda que se mantenga la situación de prisión provisional y sin fianza del acusado. Además, solicita que se le requiera una fianza de 260.000 euros y, en caso de que no la deposite, ordena el embargo de sus bienes para que haga frente a las posibles indemnizaciones. Contra el auto no cabe presentar recurso.

La Fiscalía solicita la libre absolución pero propone 14 años en un psiquiátrico. La familia de Virginia Ferradás, víctima a los 55 años de un crimen presuntamente a manos de su marido, quiere que José Alén Lorenzo sea condenado como autor de un delito de homicidio de su esposa a 15 años de privación de libertad, sin apreciar eximente por la demencia frontotemporal de tipo conductual que sufre el marido. La defensa alega que el presunto homicida no era capaz de matarla. "Carece de la capacidad necesaria para idear y ejecutar" el crimen porque su demencia "afecta gravemente al conocimiento o comprensión del acto y a la actuación conforme a esa comprensión", argumenta el letrado.

Alén estuvo un mes ingresado en el CHUO, entre octubre y noviembre de 2016, y varios días en 2017. La última vez que lo atendieron en el hospital fue del 18 al 19 de enero de ese año, apenas semana y media antes del crimen. El hombre se encaramó al tejado del domicilio conyugal y permaneció allí durante seis horas, hasta que su hermano logró convencerlo para que bajara. Lo vieron en Urgencias pero recibió el alta y regresó a casa junto a su esposa y cuidadora, quien había acudido a los servicios sociales del Concello de O Carballiño para que una asistenta en el hogar la ayudara a atenderlo.