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Belenes de cuatro continentes

Muestra más de cien misterios de América, África, Asia y Europa

Jornada inaugural de la Exposición Belenes del Mundo. // Iñaki Osorio

La experiencia resulta fascinante, contemplar misterios, realizados de forma artesanal con madera de ébano, palo de rosa, palo de naranjillo, caoba, madera de olivo, piedra de jabón, piedra volcánica, resina, hueso de pichincha, bronce policromado, tawua o marfil vegetal, hojas de maíz, cáscara de nuez, cerámica, alabastro, miga de pan, telas, papel, barro policromado... Representan las formas de vida y la cultura de cuatro continentes.

El vicario para la nueva evangelización, Paco Prieto, explica que América es el continente que cuenta con mayor representación: 60 belenes. "Ecuador, Colombia, Perú y Brasil son los países que se llevan la palma. Lo que más llama la atención, es que tienen un colorido extraordinario". Ofrecen un contraste muy grande con los europeos. "Mientras aquí pensamos en las navidades blancas, frías, con nieve, ahora en Sudamérica van camino del verano. Eso configura un belén llamativo, vistoso, alegre, festivo, en el que predomina sobre todo el color. Los confeccionan en madera de ébano, boj y bambú. Utilizan siempre las maderas que tienen a mano". El tamaño varía, desde los que cuentan con figuras de 25 centímetros, hasta verdaderas miniaturas que hay que mirar casi con lupa".

La exposición incluye más de 20 belenes africanos, de Etiopía, Zambia y Camerún, entre otros. Son altos, estilizados y con tonalidades oscuras. "Hablan de la cultura y de la fe que tienen países diferentes al nuestro. En el belén africano uno se va a encontrar la forma de vestir propia que tiene la población que se encuentra en la sabana, en la selva... Allí el buey y la mula no los conciben tanto. En un belén africano te puedes encontrar perfectamente una jirafa, un elefante o un búfalo, que reflejan el entorno natural en el que viven. Reflejan como son ellos, como viven, como entienden".

Asia está representada por belenes de Israel, hechos en madera de olivo, traídos de Jerusalén y de Belén. "Cualquier peregrino que va a Tierra Santa suele traer un belén hecho en madera de olivo".

Europa cuenta con belenes ourensanos, que tienen un apartado especial, de otros puntos del Estado y sobre todo de Portugal, junto a países del este de Europa. "Los belenes del este de Europa reflejan las características folclóricas de esos países. Los belenes portugueses refelejan la forma de vestir y el folclore lusos".

Además de los cien belenes que muestra, el Obispado mantiene almacenados, en la trastienda, otros 50 misterios, que podrán verse de forma rotativa en los próximos años, unidos a las cinco o seis incorporaciones que suele haber por donaciones cada doce meses.

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