Cuatro años después de que empezara a gestarse la trama de la comisaría de la Policía Nacional de Ourense, al tronco principal no dejan de salirle ramas. Son tres los núcleos fundamentales de la rocambolesca historia policial, una serie de hechos que han causado estupor dentro y fuera del cuerpo en una de las capitales con la tasa de criminalidad más baja de España: la muerte de un agente por un disparo en comisaría, en 2016; la causa contra el anterior grupo antidroga por presunta protección a traficantes (la Zamburiña); así como la desaparición de seis pistolas del búnker (tres aún sin localizar).

Una jueza investiga a los policías gemelos Bernardo y Roy D. L. por el presunto homicidio de su compañero Celso B. A., hallado muerto el 9 de abril de 2016 con un disparo en la cabeza, un tiro con una de las armas sustraídas. En el despacho de la quinta planta donde ocurrió había otras dos pistolas. Un informe del Instituto de Ciencias Forenses "Luis Concheiro", notificado esta semana, descarta la presencia de ADN del fallecido en el Volvo incautado a los hermanos tras su detención en enero de 2018, un automóvil que sigue precintado. En las muestras analizadas, de las cajoneras del maletero y de una parte de la moqueta del asiento trasero, solo hay perfil genético de alguno de los hermanos imputados o de ambos (al ser gemelos univitelinos, el ADN es idéntico). Que algún vestigio pertenezca a Celso se descarta mediante el cálculo de probabilidades. El análisis comprobó dos posibles escenarios: perfil genético de Roy y/o Bernardo más el de una persona elegida al azar, frente a dos personas elegidas al azar, concluyéndose que en el Volvo hay ADN de Roy y/o Bernardo. Otra opción que se abordó es que hubiera rastros de Roy y/o Bernardo más Celso, o de Roy y/o Bernardo más una persona elegida al azar. En esta comparación es más probable que haya ADN de un extraño que del agente fallecido, según la hipótesis del laboratorio.

Las derivadas

A los tres procedimientos fundamentales se añaden más derivadas: unas diligencias judiciales por las presuntas injurias de los anónimos -ya archivada-, una querella del exjefe antidroga, Antonio R. F., contra los gemelos -los acusa de fabricar supuestas pruebas falsas para perjudicarlo a él y otros agentes-; además de la recusación por parte del agente de estupefacientes al juez de la Zamburiña, por una supuesta amistad íntima con los hermanos que la Audiencia Provincial descarta. Ahora hay otra acción judicial en ciernes. El SUP, principal sindicato de la comisaría, con la mitad de los afiliados totales, se querella contra Roy y Bernardo D. L. por los delitos de toda la trama policial.

El Sindicato Unificado de Policía tiene la intención de ser acusación contra los inspectores, "buscando resarcir el desprestigio notorio que la actuación de los querellados ha podido causar al colectivo policial con las manifestaciones calumniosas e injuriosas enviadas a los medios de comunicación y a la Unidad de Asuntos Internos, así como de los autores de la desaparición de varias armas del búnker". El SUP se siente legitimado para ejercer la acusación, "más teniendo en cuenta que para el envío de los anónimos a los medios de comunicación, el autor o autores utilizaron la red wifi del SUP en Ourense, protegida con contraseña y a disposición de los afiliados en la comisaría, condición que ostentaba en aquel momento Bernardo".

El sindicato intenta con la acción judicial ser parte, o bien en la causa reabierta por el juez Leonardo Álvarez sobre la desaparición de las pistolas (retiró el archivo a las diligencias tras un informe de la UDEV de la Policía Judicial de Ourense que culpa a los gemelos y al agente muerte), o bien en Instrucción 3, donde la magistrada Eva Armesto indaga si la muerte de Celso fue un homicidio -la comisaría y la jueza creen que para evitar que el fallecido revelara la trama de los anónimos y las pistolas-, o de un suicidio, una tesis por la que se inclinan tres dictámenes de organismos diferentes, más un cuarto que no lo descarta.

La querella se registró el lunes 3 de diciembre en el decanato de Ourense y está pendiente de su admisión a trámite en Instrucción 1 o 2, los únicos juzgados de Ourense que pueden conocer este tipo de casos. En el número 1 se indagará también la denuncia del exjefe antidroga contra Roy y Bernardo -a quienes acusa de los anónimos que llevaron a Asuntos Internos contra él y otros compañeros- por presuntos delitos de acceso ilegal a sistemas informáticos, denuncia falsa, simulación y pertenencia a grupo criminal.

Por su parte, el SUP, cuya querella está a nombre del secretario general en Galicia, el ourensano Roberto González, atribuye robo con fuerza, falsedad documental y organización criminal. El sindicato se basa en que "gracias a la ardua investigación" de la UDEV de la comisaría "lo que en principio se podía considerar un suicidio" culminó en enero con la detención de Roy y Bernardo. El SUP esgrime el informe de la Policía Judicial de la demarcación provincial, que atribuye a los gemelos y al fallecido la autoría de los anónimos y de la desaparición de las armas.

Piden citar a un excomisario

La nueva querella sobre la Policía Nacional de Ourense propone varias diligencias. Además del interrogatorio de los gemelos como investigados, el SUP sugiere que el jefe y número 2 de la UDEV expliquen en el juzgado sus pesquisas. Piden además la testifical del secretario general y del responsable del armamento -imputados y absueltos en la causa de las armas-, más la del excomisario Amable Valcárcel, jubilado en 2016.