En su primer acto de la Constitución como subdelegado, Emilio González Afonso incidió ayer en que la Carta Magna es "un texto vivo, capaz de ser cuidado y fortalecido mediante nuevos consensos que den lugar a reformas adaptadas a un nuevo siglo". El representante del Gobierno en la provincia destacó que "en el diálogo está la base de las políticas modernas". Considera que la norma "puede ser adaptada" a un país "que dista mucho" del de 1978. "Debe mirar a Europa, culminar el modelo territorial fortaleciendo la estructura autonómica, salvaguardando la igualdad y reconociendo la diversidad dentro de la cohesión territorial. Que además atienda al medio ambiente y la transición ecológica. Que nuestra Constitución siga garantizando y salvaguardando la cohesión social, el progreso y el bienestar social, y el refuerzo de un Estado de Derecho y democrático", deseó.

Afonso agradeció la labor de "aquellos padres de la Constitución y partidos políticos de tan distintos signos que fueron capaces de tener alturas de miras y, desde la generosidad y el respeto a los demás, dieron la vuelta a la llave abriendo la puerta a la democracia en nuestro país". La norma suprema alcanza el 40º aniversario tras sentar "las bases del bienestar social, el futuro de igualdad de oportunidades y justicia social. Fue el nexo común de convivencia dentro de las singularidades territoriales de nuestro país", subrayó. En tiempos de polarización y tensión política, amenaza secesionista en Cataluña e irrupción de la extrema derecha, Afonso opina que "dentro del respeto a la Constitución cabemos todos, porque nos dota de un marco de cohesión territorial donde se respetan y reconocen las singularidades de cada lugar y su lengua".