Según los investigadores de la Policía, la mujer pudo apropiarse de unos 60.000 euros en siete años, como mínimo. La presunta estafadora no estaba afiliada a la Seguridad Social pero contaba con un coche de alta gama en propiedad de reciente adquisición, cuyo valor asciende a más de 80.000 euros, así como cinco cuentas bancarias donde recibía algunos de los pagos mediante ingresos bancarios.

El martes 27 de noviembre, los policías que se encargaron de la investigación detuvieron a la presunta autora de los hechos e hicieron un registro en su domicilio, en el que intervinieron numerosa documentación personal de varias víctimas, como por ejemplo currículos, así como ingresos y movimientos bancarios, fotocopias de documentación, diligencias policiales de algunas víctimas, documentos de pago hechos a mano por parte de diferentes personas, informes médicos, además de tarjetas de visita con las que dar apariencia legal a su imagen falsa.

Los agentes se incautaron de 3.780 euros en efectivo más 1.100 euros que la investigada portaba en su bolso en ese momento. Tenía tres móviles. La comisaría cree que con la intención de dificultar la labor policial en el caso de estar bajo el foco.