N. G. cometió un delito de lesiones, no un intento homicida, entiende el fiscal tras la celebración del juicio. El ministerio público modifica su calificación de la agresión del acusado a otro hombre por supuestos insultos a su novia. Pasa de solicitar 6 años de prisión a una condena de año y medio.

La acusación particular mantiene la misma solicitud de seis años, aunque también sustituye el delito de intento homicida por el de lesiones agravadas. La defensa pretende la libre absolución. Los forenses expusieron en el juicio que las lesiones más graves que presentaba la víctima, una fractura en la parte posterior de la cabeza, eran compatibles con la caída que sufrió él solo en la calle, tras los hechos, y no con los puñetazos que presuntamente le propinó el encausado desde el exterior de un coche (N. G. solo admitió un golpe).