Agentes del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) y guías caninos de la Policía Nacional colaboraron ayer con el grupo de estupefacientes de la comisaría de Ourense en una redada antidroga en el casco histórico que supone la segunda fase de una operación que estalló hace un mes, con la detención de un padre, una madre y un hijo que habían ocupado un bajo como narcopiso, más un cuarto detenido entonces que presuntamente ayudó con las cámaras de seguridad para proteger el local. Ayer, en la segunda fase de la bautizada como "Operación Borrasca", que partió en abril, se llevó a cabo un registro y se practicaron detenciones en el número 35 de la calle Libertad, en el corazón del casco histórico de Ourense. Los detalles, cuando el juzgado levante el secreto de las actuaciones, aún vigente ayer.