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Roberto Verino: "La apuesta por la internacionalización es total y necesaria, aunque es un camino lento"

"Tenemos una plan a cinco años que se inicia en 2019 y que se centra en el mercado latinoamericano, pero estamos desarrollando acciones en países europeos, además de valorar las posibilidades en el asiático y Oriente Próximo"

Un reto más en su dilatada carrera profesional, con el convencimiento de que el futuro se gana día a día. El diseñador ourensano, Roberto Verino, mantiene el mismo nivel de exigencia que tiene como norte la excelencia. Pero en los tiempos que corren la dirección que se tiene que seguir para poder mantenerse y, sobre todo, avanzar, es el camino de la internacionalización. Esos nuevos mercados que deben dimensionar un proyecto en el que lleva embarcado. Con casi 37 años con la marca Verino, ahora asentada en el Parque Tecnológico de Galicia, con 450 empleos directos y mas de 2.000 indirectos; 180 puntos de venta, 1 tienda on line, y una facturación que supera los 33,4 millones de euros, llegan nuevos tiempos con estrategias que se sustentan en la ilusión, la creatividad pero, sobre todo, en el trabajo.

-El proyecto de internacionalización en el que viene trabajando es toda una aventura.

-Bien dicho lo de aventura. Hoy es imprescindible estar viendo otros mercados, en función de como está el mercado nacional. La internacionalización es una apuesta alta, pero un camino que se tiene que recorrer lentamente. No se puede pretender ir a un país y plantarse allí y creer que todo el momento es orégano. Hay que hacerlo demostrando que tienes capacidad de crecer y justificando que ese valor de crecimiento se produce, porque tus socios internacionales, pues es imposible hacerlo sin ellos, no aceptan una expansión de un día para otro, sin demostrar que los objetivos se cumplen y los retornos se producen. Es un camino a medio y largo plazo. Tenemos que ampliar horizontes. No nos queda más remedio.

-¿Cuál es la hoja de ruta de esa internacionalización?

-Tenemos un plan de cinco años. Aunque lo iniciamos este año, realmente para nosotros cuenta desde 2019 en adelante, pues siempre trabajamos con 9 meses de anticipación, por lo que el inicio real y nuestra puesta en escena es primavera-verano 2019. Eso no quiere decir que no se diesen paso, como abrir espacios, llevado a cabo acciones en distintos lugares, generando vinculación tanto con distribuidores como con puntos de venta; las cosas no se resuelven de un día para otro. Hay que generar plazos de producción adecuados y correctos. Eso quiere decir que de aquí a cinco años pretendemos equilibrar con el mercado internacional, un fifty-fifty, con el nacional, si todo se hace con la capacidad necesaria para no dar un paso hacia atrás, pues si algunos de los proyectos que desarrollamos no tiene el éxito adecuado, en vez de cinco necesitamos 6 o 7 años.

-Y la apuesta, en lo que se refiere a mercados.

-La de América está clara. La iniciamos en México, pero queremos estar en Colombia, Perú, Chile y en Panamá, así como en Canadá. En Estados Unidos estaremos en la zona de habla hispana en todo lo que es la península de Florida. En lo que se refiere a otros mercados, estamos desarrollando acciones en el mercado ruso, empezando con socios locales, es una fórmula diferente, a través de un distribuidor general, y también queremos ir desarrollando en lo que se refiere a mercados de países europeos que tienen en este momento un crecimiento importante. A parte de eso, también queremos entrar en el mercado de Oriente Próximo, estamos sondeando y valorando las posibilidades de entrar en los mercados asiáticos que no es precisamente China, sino Japón, Corea o Singapur, las áreas más ricas y de mayor crecimiento. No tenemos ningún objetivo ambicioso de irnos a instalarnos de momento en China, pues resulta complicado, y algún país más de África, tenemos previsto Sudáfrica, Marruecos, pero dependerá de que las políticas nuestras se vayan desarrollando con cierta lógica y con ese acierto en los planteamientos y el encontrar nuestros partners -socios- ideales. Esto es un esfuerzo que llevará años, no es aquí te pillo y aquí te mato.

-En su momento aseguró arrepentirse de no haber iniciado mucho antes la senda de la internacionalización. ¿Lo sigue pensando a día de hoy?

-La realidad es que sí lo hice, pero justo cuando se inició la crisis. Estaba en New York en el momento que Lehman Brothers se cae -septiembre de 2008-. Esta haciendo una exposición con los 25 años de moda, pretendiendo asociarme con un industrial americano, pero aquello se vino abajo. Afortunadamente me pilló sin haber firmado ningún acuerdo que nos obligase a invertir allí por que nos hubiésemos quedado con una mano delante y otra detrás. De vuelta a España y ante la realidad que estaba sucediendo no nos quedo más remedio que remangarnos para sacar adelante la realidad que aquí teníamos. Difícilmente en ese momento podíamos abordar la internacionalización.

- Fue una larga espera para poder poner en marcha esos proyectos que tiene sobre la mesa.

-No quedó otro remedio. Hasta que tuvimos suficiente pulmón financiero no se pudo avanzar en esa dirección, y esto es lo que empezamos a hacer este años.

- Una apuesta que le pilla a Verino en plena madurez, con el recuerdo de inicio en 1982. ¿Algunas veces mira para atrás?

-En ese año, que fue el punto de partida, ya tenía mucho oficio detrás. Como no voy mirar para atrás, lo hago con bastante frecuencia, sobre todo para darme cuenta de que hay un camino recorrido muy importante, de mucho esfuerzo, de mucho equipo, pues gracias a ellos soy lo que soy, y sobre todo convencidos de que si fuimos capaces de hacerlo y de llegar hasta aquí también vamos a ser capaces de llegar a conseguir los objetivos que queramos alcanzar a medio y largo plazo, que es lo que nos marcamos. Y confiamos que va ser así. Tenemos muchas bazas a nuestro favor.

-En el mundo de la moda la ilusión se tiene que conjugar con los números, un equilibrio empresarial que puede ser un tanto complejo.

--Lo fácil lo hace cualquiera (risas), creo que en la dificultad está la virtud. Es muy difícil y te juega muy malas pasadas, pero bueno esa línea tan fina que diferencia la creatividad de la comercialidad es un objetivo que tenemos que tener muy claro todos los días.

-¿Lo que queda claro es que no ha perdido la ilusión, aunque la larga travesía de la crisis le pudo llevar a ser más reflexivo en algunas tomas de decisiones y encarar el futuro con otra perspectiva?

-Siempre corremos un riesgo de que la ilusión y el entusiasmo no nos hagan ver la problemática que puede haber detrás de un proyecto, pero creo que tiene que haber un equilibrio, no puedes estar siempre contando hasta diez ni puedes dejar de estar ilusionado por llegar a contar. Yo no he llegado, estoy convencido de que a mí me falta por hacer lo más importante. Estoy con esa ilusión de un niño que quiere aprender y que quiere hacerse mayor; eso me está sucediendo cada día. No tengo pereza, no tengo dificultades para enfrentarme a los retos más exigentes. Creo que eso me da una energía y una capacidad que me hace sentir bien y seguro, porque la experiencia también me ayuda a no ser tan impulsivo ni tan entusiasta como quizás lo fui en otras ocasiones

-¿Cuál es la fuente de la que bebe para tener esa energía y vitalidad para afrontar nuevos proyectos?

-Yo creo que ese es un gen familiar que se lo debo a mis ancestros que también fue gente así. Siempre hablo con mucho orgullo de mis padres, de mis abuelos y la verdad es que les debo esta energía. Seguro

-Hablando, más allá de los reconocimientos, que son muchos, cuál es la mayor satisfacción que tiene Verino a lo largo de su trayectoria profesional?

-Lo que más agradezco es la fidelidad de mis consumidores, creo que es lo que busco, lo que propongo, lo que intento de forma permanente, con el objetivo de conseguir que sean felices con mi trabajo, además de que a mí me hacen feliz porque realmente me responden con una fidelización indiscutiblemente altísima. Eso es lo más importante, y eso lo tuve muy claro, sobre todo en estos momentos en que pretendemos iniciar esa nueva aventura en nuevos mercados, pero manteniendo nuestro mercado nacional.

-Mirando al futuro más inmediato, ¿cuál es el proyecto más ilusionante que tiene en estos momentos?

-Ahora mismo, que estamos en ese proyecto de expansión internacional, en el que estamos haciendo cosas muy atractivas, con respuestas muy buenas, yo querría que se consolidaran y que podamos lograr ese reconocimiento internacional como lo tenemos aquí en España. Sería un motivo de estar muy agradecido y muy contento. Hay más proyecto, claro que sí, pero todavía están en esa fase de concreción, es por eso que mejor no airearlos, pues cuando no están maduros esos proyectos y los expones mucho acaban no siendo realidad

-Vitalista y con una trayectoria que lo avala. ¿Son las señas de identidad para conseguir las metas?

-Lo importante es tener ese convencimiento de que cuando haces las cosas con ilusión y esa pasión que se debe poner, los proyectos se pueden hacer realidad. Pero eso no quiere decir que no seamos conscientes de las dificultades, sobre todo en el contexto en que nos encontramos. Pero, desde luego, sigo pensando que con ilusión y esfuerzo se pueden conseguir, y es en lo que estamos trabajando.

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