El trabajo de Anabel Manso Santos sobre la relación existente entre los costes de producción, el precio de venta y la calidad percibida del vino obtuvo un accésit. La investigación se centró en vinos jóvenes tintos Mencía y Garnacha y contó con datos aportados por bodegas, precios de mercado y resultados de catas. Los análisis realizados permiten concluir que los costes no determinan el precio de venta del vino y que no existe una "relación directa" entre ambos factores. Las catas reflejan que "el precio influye sobre la calidad percibida de los vinos" y que las mujeres "son más sensibles al efecto del precio que los hombres".