El Concello está en disposición de conceder a la Xunta la correspondiente licencia de ocupación para la apertura del albergue de peregrinos -que se ubica en un inmueble que se encuentra en el entorno de As Burgas y que fue objeto de remodelación-, después de que llegase el informe favorable del servicio municipal de Bomberos. Ahora solo falta que por parte de la Axencia Galega de Turismo se proceda al pago de las correspondientes tasas.

Así lo indicó a FARO el concejal de Urbanismo, José Cudeiro, después de la controversia suscitada por los diferentes anuncios realizados, tanto por parte del alcalde Jesús Vázquez, como de la responsable del área de Turismo de la Xunta, Nava Castro. Es por eso que el paso de los meses, y a punto de cumplirse un año, había sembrado serias dudas sobre los problemas que podrían haber surgido con la obra de rehabilitación realizada y que imposibilitarían la concesión de la correspondiente licencia de ocupación que permitiera la apertura del albergue.

Al final, y según lo que indicó Cudeiro, "solo faltaba ese informe, que es preceptivo, como sucede en la concesión de licencia de ocupación, y ahora solo queda que abonen las tasas". Para aclarar que el resto de los informes son favorables y ya habían sido remitidos desde los diferentes departamentos que los deben emitir.

Con anterioridad, y ante la demora de la licencia de ocupación, el Concello y la Axencia Galega de Turismo firmaron el correspondiente convenio para la cesión de la gestión del albergue de peregrinos a la Xunta en un intento de ir avanzando hacia esa apertura y puesta en funcionamiento, ya que "lo importante es contar con ese servicio, que es muy importante para la ciudad", como indicó en su momento el regidor.

El albergue cuenta con una capacidad para 50 plazas o literas, cuartos de duchas y aseos y zonas de lavandería y almacén de mochilas, además de cuartos de instalaciones, control o despachos.

Ocupa una superficie de unos 647 metros cuadrados, que se distribuyen en una planta destinada a lavandería, almacén de mochilas y cuartos de instalaciones; una planta baja destinada a salón de estar, cocina, aseos y control de entrada, y dos plantas altas destinadas a dormitorios. Además, se incluye una planta adicional destinada al conjunto de servicios de aseos y duchas, y una planta bajo cubierta destinada a dormitorios y despacho.

La inversión realizada en la rehabilitación del edificio superó los 700.000 euros, además de la dotación del mobiliario. Y se adapta a la normativa de accesibilidad, permite a las personas con movilidad y comunicación reducidas el acceso y movimiento en el edificio.