Con motivo de la llegada a Galicia de la obra "A derradeira leición do mestre", de Castelao, la revista Sarmiento, editada por las tres universidades gallegas, ha dedicado un monográfico a la depuración del magisterio practicada por las autoridades franquistas. En este número, el profesor y vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Educación del campus de Ourense, Xosé Manuel Cid, que además es miembro del comité de redacción en representación de la Universidad de Vigo, aborda el caso de Ourense recuperando los nombres y trayectoria de los docentes que fueron víctimas de esa represión a partir de 1936, así como de la violencia ejercida también sobre las maestras.
"Novos argumentos contra a desmemoria da persecución sufrida polo maxisterio" es el título del artículo incluido en una revista de formato digital que, explica Xosé Manuel Cid, recoge la lista más completa realizada hasta el momento del profesorado muerto en las cuatro provincias gallegas víctimas del franquismo.
El docente señala que en el caso de Ourense, la represión fue un "proceso meditado y organizado para derrumbar todo lo que recordara a la escuela republicana, tanto su soporte ideológico, como las innovaciones metodológicas experimentadas en ese corto período de renovación y democratización". De hecho, Ourense fue una de las "plazas fuertes" en la consolidación de la escuela republicana, sostiene Cid, "con una poderosa asociación con conciencia de clase y una revista vanguardista". La respuesta de los golpistas, señala, fue "cruel y desproporcionada": 17 docentes asesinados y 21 que tomaron el camino del exilio.
Consejos de guerra "amañados", paseos, destitución y/o inhabilitación para el ejercicio de la enseñanza, traslados y suspensiones temporales de empleo y sueldo fueron las principales sanciones a las que se enfrentaban los docentes y las padecieron un tercio de los más de 1.700 maestros de la provincia. "Los otros dos tercios no se libraron de un férreo control sobre su vida personal y su ejercicio profesional", describe Xosé Manuel Cid en la publicación. Muchos de los que se libraron contaron con la solidaridad de vecinos, organizaciones de ayuda a republicanos y poblaciones fronterizas de la 'raia' portuguesa, añade.
La pertenencia a la Ateo, Asociación de Trabajadores de la Enseñanza de Orense, "era de alto riesgo, por lo que los dirigentes tiraron de imaginación para ponerse a cubierto". Sólo tres, y no de los más activos, acabaron siendo paseados. La mayor parte consiguió exiliarse o permanecer oculta.
