Eva no quiere protagonismo. Su compañero José Manuel tampoco quiere centrar él solo los focos. Descartan la invitación de posar en una foto. La pareja peinó a la carrera el margen del Miño. La agente ayudó a que una joven ourensana de 25 años saliera con vida del cauce, el viernes a última hora, tras caer desde la pasarela. Según la comisaría, la policía se metió en el agua, arropó a la chica con su chaqueta del uniforme para frenar su estado de hipotermia, y le practicó una reanimación cardiopulmonar para estabilizarla antes de que llegara la ambulancia. Tiene una mano rota y está ingresada en el CHUO para una evaluación. "¿Qué se siente al salvar la vida de alguien? Está... muy bien. Es algo que no se puede explicar. Pero vuelve a haber otro servicio y hay que seguir", respondía ayer José Manuel, hablando por él y por su compañera, ambos de Ourense y con varios años de experiencia: "Dice que fue a buscar a la chica y que está bien", zanja. "Ella también está afectada, lo que pasó fue fuerte".

Los agentes llegaron a la orilla del río, en el entorno de la pasarela del centro comercial, con una certeza: la persona que -según una testigo dijo al 091- se había precipitado al Miño tenía que ser la misma joven a la que, una hora antes, asistieron en su domicilio del barrio de Covadonga. "Lo pensamos nada más comunicaron la llamada, y acertamos". Tras una discusión con su pareja, la chica fue trasladada al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). La paciente consiguió escapar del hospital. Acudió a la pasarela y se precipitó al río.

Así recuerda los hechos José Manuel, "Entre los dos peinamos la zona entre la pasarela del centro comercial y el Puente Romano, y comunicamos a los otros indicativos de la Policía para que se posicionaran. El agua estaba calmada y nuestra impresión es que tenía que ser visible. Corrimos de un lado para otro, yo hoy noto como si tuviera fiebre. A medida que pasaba el tiempo la frustración aumentaba, pero teníamos claro que había que seguir con las batidas hasta que apareciera. En un momento oí un grito de mi compañera. La encontró en el borde, agarrada a unos matorrales. Entre algunas de las personas que estaban allí, la ayudaron a subir a la chica a la carretera y ella le hizo la reanimación porque había tragado algo de agua. Estaba totalmente empapada, le puso su chaqueta y esperamos a la llegada de la ambulancia".

José Manuel llegó a casa tras ayudar a que su compañera Eva salvara una vida. "Mi mujer también es policía. Me felicitó pero ahí queda. Hoy [por ayer, sábado] estoy de turno de tarde, así que a trabajar. Esto sigue, vendrá otra intervención". La Policía no se queda en la complacencia. Ahí están, los 365 días.