Miguel O. M. y Juan José C. E. se conformaron ayer con una pena de un año de prisión por un delito continuado de hurto. Ambos reconocen que, durante el mes de abril de 2013, sustrajeron en cuatro domicilios de la provincia de Ourense, haciéndose pasar por revisores de la instalación eléctrica, el gas o la Seguridad Social. En Allariz, mientras uno hacía mediciones en el exterior de la casa, el otro subió al piso superior con la misma excusa y se apoderó de 250 euros en efectivo y joyas por valor de más de 4.800. Días después, en A Mezquita, se presentaron como inspectores del gas en una casa donde hurtaron 200 euros. También se llevaron 750 y joyas de otra vivienda de A Peroxa, así como 200 más alhajas de otra en Castrelo do Miño.