Una decisión que se produce después de una larga espera de tres meses por un informe de la Asesoría Jurídica que no llegó. El concejal de Urbanismo, José Cudeiro, confirmó ayer que había decidido enviar el expediente relativo al documento del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) a la intervención para el preceptivo informe de fiscalización, que espera se pueda entregar en un plazo "prudencial".

Pero de seguir la misma línea de demora, la hoja de ruta la tiene clara, y anuncia su intención de resolver el expediente para lo cual optará por vía decreto para su aprobación provisional del documento con el informe, no vinculante, que en su momento emitió el Consello Consultivo de Galicia, que abría la puerta a esa posibilidad, frente al informe del Secretario del pleno, que dejaba claro que cualquier tipo de aprobación, tanto provisional, inicial como definitiva, era competencia del plenario municipal.

Antes de producirse esa situación, José Cudeiro explica que mantendrá una reunión con los otros grupos municipales para intentar alcanzar un acuerdo, pero que de no producir se seguiría adelante con la hoja de ruta establecida, pero sin concretar fechas, aunque maneja la de finales de año o comienzos de 2019, que dependerá de la fiscalización de Intervención.

En clave electoral

El cronograma de actuación que expuso el responsable del área de Urbanismo durante la junta de área que se celebró ayer tiene para el portavoz del grupo de Ourense en Común, Martiño Vázquez, una clara intencionalidad "electoral". Así, advierte que el objetivo que persigue el gobierno popular es trasladar a la ciudadanía que "fueron capaces de aprobar provisionalmente el plan", y posteriormente llevar a pleno el documento y decir "que no lo apoyan los grupos de la oposición".

Un planteamiento que se rechaza por parte del grupo de OUeC, que mantienen su discurso para no apoyar un documento en el que aseguran se produjeron "modificaciones importantes", y que en su momento no dudaron en denunciar que se trata de un "cambiazo" respecto al que inicialmente había aprobado el anterior gobierno socialistas.

En esa misma línea se viene pronunciando el grupo socialista, que en principio era el "apoyo natural" del gobierno popular, que desde un principio esgrimen que "se trata de su plan", aunque reconoce el edil de Urbanismo que se incluyen "modificaciones" que vienen derivadas de las alegaciones presentadas y que contaron con los informes favorables de los técnicos municipales y del propio equipo redactor del plan.

Una afirmación que fue objeto de controversia, al ser cuestionada por los tres grupos de la oposición que mostraron su rechazo frontal a prestar su apoyo. Y eso que en su momento se produjo un acercamiento con el principal grupo de la oposición, Democracia Ourensana, en un intento de conseguir la mayoría necesaria para su aprobación.

Pero se pasó de un principio de entendimiento, al plantear públicamente el portavoz de DO, Pérez Jácome, una serie de condiciones, como que se "retirasen del documento los pelotazos urbanísticos", en alusión a las torres de Copasa en la zona de A Chavasqueira, así como la antigua finca de la Diputación.

La concesión de licencia por silencio administrativo, como denunció Jácome, que llevó el asunto a la vía judicial, hizo saltar por el aire lo que en principio parecía la vía más factible para aprobar el nuevo documento de planeamiento urbanístico, toda vez que después de la anulación del plan de 2003 y posteriormente de la ordenación provisional, se encuentra vigente el de 1986, con lo que eso supone para el futuro desarrollo de la ciudad.