A pesar de que nació en Bóveda de Amoeiro, en 1944, localidad en la que su padre, Isaac Pulido Borrajo, fue maestro durante más de cuatro décadas, y a que reside en Vigo desde hace 30 años, confiesa que el III Premio Ágora do Orcellón, que le entregaron ayer en O Carballiño, es "un reconocimiento entrañable y especial, porque aquí me siento como en casa", después de hacer la mayor parte de las portadas de la revista que edita este colectivo y por la enorme relación existente entre ambas comarcas.

-¿Cuantos años vivió usted en Bóveda?

-Durante treinta años, menos el tiempo que estuve estudiando en el seminario, que he dejado con 21 años, en el curso anterior a salir cura. Y luego me fui a estudiar Bellas Artes a Barcelona.

-El alcalde de O Carballiño, Francisco Fumega, resalta que usted tiene una fuerte vinculación con esta villa.

-Amoeiro siempre ha estado muy relacionado con la capital del Arenteiro. Cuando Otero Pedrayo visitaba O Carballiño, desde Trasalba, decía: "Vimos os do monte". Porque los ricos eran los de abajo, y los que llegaban de arriba eran gente que iba a trabajar en las viñas.

-Adolfo Domínguez reconoció en una entrevista concedida a Faro que había descubierto su vocación literaria en la biblioteca del Seminario de Ourense.

-Yo he sido compañero de curso del diseñador Adolfo Domínguez y del editor Bieito Ledo en el Seminario de Ourense. Adolfo Domínguez era el encargado de la biblioteca que teníamos allí, en cuarto y quinto curso. Tenía una biblioteca extraordinaria, con clásicos que leíamos a partir de los 13 años. También había libros de grabados, que han sido fundamentales en mi vocación artística. Luis Álvarez Pousa era alumno del curso anterior.

-¿Por qué dejó el seminario?

-Por falta de vocación. Yo no podía predicar, diciendo cosas en las que no creía. Nunca he creído en el infierno? Pero me costó sangre, sudor y lágrimas salir en el último curso, porque como éramos muy pocos, se reunieron todos los curas, para analizar lo que había pasado.

-El motivo, no fue que se cruzara una mujer en su camino.

-No, nada, nada. Nosotros no mirábamos para las mujeres en aquella época. Terminé casando a los 27 años, con Fina Cid, después de hacer magisterio y de empezar Filosofía y Letras por libre. Estaba trabajando como maestro en Peña Trevinca.

-Ha tenido tres hijos.

-Sí, el compositor Antón Luís, la pintora María José y la restauradora de obras de arte María Belén.