N. P. V. se conformó ayer con una pena de doce meses de prisión, que en principio no deberá cumplir al carecer de antecedentes. La mujer reconoció un delito de hurto de joyas, de las que se apoderó en una casa de Cartelle, aprovechando que trabajaba en el domicilio como empleada de hogar.

Prestó servicios entre el 1 de marzo y el 12 de abril de 2017. Según queda probado con la conformidad de la acusada, sustrajo varias joyas de la dueña, y posteriormente las vendió en dos establecimientos de la ciudad de Ourense.

De la totalidad de los objetos hurtados, varios no han podido ser recuperados. Fueron devueltos a la propietaria una esclava, dos pendientes de aro, uno con una piedra blanca y otro tipo flor. El valor de las piezas sustraídas que no fueron recuperadas asciende a 2.164,40 euros. La acusada tendrá que indemnizar a la víctima con esa cantidad, que se verá incrementada con los intereses legales.