Muchas emociones es lo que están viviendo los 135 participantes del programa de la Xunta "Reencontros na terra", que trae a Galicia a personas mayores que emigraron a América.Tras una estancia de15 días en la Residencia de Tiempo Libre de O Carballiño, la gran mayoría irá estos días a pasarlo con la familia que les queda en su tierra, y algunos no quisieran tener que irse, sobre todo los que proceden de Venezuela.

Emigrantes gallegos mayores de 65 años procedentes de Argentina, Uruguay, Brasil, Venezuela y Cuba se benefician de este programa de la Xunta, y a los que ayer el director xeral de Emigración, Antonio Miranda, acompañado del director xeral de Maiores e Persoas con Discapacidade, Ildefonso de la Campa, les hizo entrega de diplomas que como curiosidad tienen fotos de todos los participantes. A medida que los recogían aprovechaban para mostrar su agradecimiento por la oportunidad de visitar su tierra. Pasaron 15 días en la residencia carballiñesa, y a partir de hoy los que tengan familia convivirán 15 a 30 días con ellos, y el resto regresa a sus países. Hasta ahora pudieron conocer lugares como Ourense, Allariz, Santiago, O Carballiño y Ribadavia, y practicar diversas actividades.

Destaca Miranda que algunos llevan más de 65 años sin regresar a Galicia y otros se fueron tan niños que ni recordaban su tierra. Dice "es un problema social para nosotros fundamental", y en el que se demuestra la colaboración de los diferentes departamentos de la Xunta como de la Consellería de Política Social y la Secretaria Xeral de Emigración, para que estas personas que por motivos económicos no podían volver "refresquen su memoria y puedan visitar sus familias, o por primera vez reconocer la Galicia actual".

Ya el pasado mes de julio, 134 gallegos llegaron a Galicia con "Reencontros na casa", lo que suma cerca de 300 gallegos residentes en el exterior que este año visitaron su tierra. Mirando anunció ayer la renovación del compromiso de la Xunta con sus ciudadanos en el extranjero, que ascienden a 516.489, de los que más del 70% ya nacieron en sus países de destino y menos del 30 en Galicia. Del grupo de este mes los más mayores están en los 90 años, Pedro Patiño y Manuel Pérez, casualmente ambos en Venezuela, y no quisieran tener que regresar debido a la desastrosa situación que vive ese país. El primero es de Sada, A Coruña, y llevaba 30 años sin venir. Se marchó con 19 años "por mala cabeza" lamenta, ya que "con la experiencia que uno tiene ahora, no me hubiera ido, pero uno aprende a golpes". Y como no tiene ya familia aquí lamenta que no puede venirse. Manuel, natural de Gomesende, Ourense, lleva 65 años en Venezuela donde dice no quiere seguir. Y desde Argentina, Manuela Campo, natural de la provincia de A Coruña, lleva más de 50 años fuera, se fue con 10 años, porque el hambre "corrió a todos". Su padre había muerto y su madre la reclamó a ella y a su hermana. No quiere ver su pueblo porque dice le causa gran dolor y apenas le queda familia, muy lejana.