El programa "móvete por Ourense" que inició en abril de 2017, como un proceso de participación plural para "mejorar la calidad ambiental y la movilidad ", con el objetivo la "pacificación del tráfico e integración de la bici en el centro urbano", es en el que pivota el gobierno municipal, y que lleva consigo la puesta en marcha de una serie de medidas, como la peatonalización de calles y reducir la velocidad de los vehículos.

De lo que se trata es de lograr un modelo de ciudad en la que tenga menos protagonismo el coche y más las personas. En el desarrollo del programa que ya está en marcha está trabajando una comisión integrada por representantes de los grupos políticos en el Concello y los técnicos de los diferentes departamentos municipales, y como explica el alcalde, Jesús Vázquez, se trata de "un modelo de convivencia gracias a que toda la ciudadanía va salir reforzada".

Los grandes temas, que forman parte de las conclusiones que se plasman en el programa que contiene 21 acciones concretas, se sustentan en cuatro pilares: Construir un modelo de ciudad "con voluntad y valentía". Así como construir una ciudad para el peatón, con la progresiva peatonalización de diferentes zonas de la ciudad, o por lo menos el acceso restringido al tráfico rodado. El cumplimiento estricto de la normativa de tráfico, junto con el modelo de "Ciudad 30¨, que como se aclara no se trata de limitar la circulación a 30 kilómetros hora, sino conseguir que la velocidad media de tráfico no supere esa cifra.

Medidas

Una de las primeras medidas adoptadas fue la peatonalización de la calle Xaquín Lorenzo y un ramo de Cardenal Quevedo, en el contorno del céntrico parque de San Lázaro. Su puesta en marcha no contribuyó a resolver los problemas de movilidad existente, debido a que aunque se restringe el acceso a coches, tanto para la carga y descarga con acceso a los garajes y la salida del aparcamiento subterráneo, la realidad es que por esa zona siguen circulando vehículos y aparcando, y eso que se colocaron maceteros "disuasorios".

Eso provocó que en los primeros días agentes de la Policía Local sancionase a los infractores, pero eso no evita que la situación siga siendo la misma, y eso que a la entrada de la calle una señal deja claro que se trata de una nueva peatonal. Pero no es el único problema al que se enfrenta el nuevo plan puesto en marcha por el concello, ya que en otras zonas de la ciudad, como la de acceso al Paseo, es algo habitual y cotidiano ver coches aparcados sobre la acera, por lo que se limita la movilidad de los peatones.

Y sobre todo las quejas se centran en la circulación indiscriminada y constante, con aparcamiento incluido, que tienen otras calles peatonales