En noviembre de 2016, casi dos años después de que el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, anunciase que el Concello se había ahorrado en los últimos doce meses entre 97.400 y 107.620 euros con la recuperación del vivero municipal, a través de la producción y recuperación de árboles, plantas y arbustos, la realidad es otra muy diferente.
En aquellos momentos el regidor proclamaba que "uno de los objetivos que se marcó este gobierno fue la recuperación de este servicio, que hace más de 10 años llegó a convertirse en uno de los viveros de carácter público de referencia en la Península". En la actualidad, y a tenor por las imágenes y el estado del mismo, el vivero municipal dista mucho de ser un referente, sino todo lo contrario, y sin que exista una vía de solución a corto plazo.
Hace dos años, la actividad era inmensa, de ahí el ahorro al que se hacía referencia por parte del gobierno popular, y que estaban relacionados con la clonación, la recuperación de árboles y arbustos dañados por los efectos del vandalismo, la realización de jardineras repartidas por todo el municipio y el suministro de compost vegetal a diferentes servicios municipales.
El vivero municipal, inaugurado en 1997, pasó por un estado crítico y de semiabandono años atrás, y después de una breve recuperación vuelve a un estado de deterioro.
