Agentes de la Guardia Civil de Tráfico hicieron una batida en el monte para intentar localizar al ocupante de una moto que quedó en la cuneta, incrustada entre unas piedras, en una pista entre Palmés y Sistís. Hubo llamadas a Tráfico alertando de que había restos de sangre y no podían precisar si el conductor había sido evacuado o podía hallarse herido entre la maleza. Varios agentes buscaron sin saber que el motorista ya estaba en el hospital.

Tráfico comprobó finalmente que el hombre estaba siendo atendido en el servicio de urgencias del CHUO, con lesiones de pronóstico leve. Resulta que un vecino que conducía un todoterreno y contra el que colisionó fue quien lo llevó al centro médico. Entre ambos acordaron hacer una declaración amistosa de accidente.