Una excepción que en el pleno de ayer estaba más que justificada, aunque el interventor, Gonzalo Alonso, lamentaba ser el protagonista, muy a pesar suyo. Pero a petición de los grupos de la oposición explicó las "deficiencias" que había detectado en un proceso que, según concretó, viene marcado por "un gasto que se hizo sin autorización, ni el crédito necesario".

Y aunque en varias ocasiones fue señalado por la edil de Hacienda, Ana Fernández Morenza, para justificar llegar al límite con la celebración de un pleno extraordinario de urgencia, el interventor quiso explicar a los miembros de la corporación todo el proceso, pero "sin entrar en juicios de valor".

La suya fue una intervención sustentada por los informes emitidos, que llevaron consigo el reparo al pago de las facturas, derivadas por "deficiencias" detectadas que provocaron la paralización del expediente, basada en la figura de un "crédito inadecuado", para llamar la atención de que el expediente que se llevó a pleno le fue remitido el día anterior, por lo que no está fiscalizado.

Sobre el futuro, advertía sobre las "interrogantes" de lo que puede pasar en el presente año, debido a los "problemas que viene arrastrando el servicio de Ayuda a Domicilio".