Desde primera hora de ayer miembros de la CIG estuvieron en la Residencia de la tercera edad de Podentes, en A Bola, intentando impedir, sin éxito, el desalojo de la empresa concesionaria, junto a trabajadores y usuarios, que llevó a cabo la alcaldesa, Teresa Barge, acompañada por miembros de Protección Civil y con la presencia de la Guardia Civil. Ante ello, el cuadro de personal tiene previsto personarse a las 08.00 horas, para hacer valer su derecho a la subrogación. Barge asegura que la evacuación de ancianos concluirá hoy ya que la intención es cerrar el edificio de 3 a 6 meses para abordar obras de rehabilitación.

La CIG mantuvo ayer una reunión con el subdelegado del Gobierno en Ourense al que expresó su más enérgica queja después de una nueva intromisión de personal del Concello en la residencia, con colaboración de la Guarda Civil, en la que se efectivizó el traspaso del servicio. Denuncia que los residentes, algunos incluso centenarios, así como trabajadores "están siendo rehenes en la guerra sin cuartel que libra la alcaldesa contra la concesionaria Carbatari S.L".

Denuncia que agentes de la Guardia Civil colaboraron ayer, en que se conmemora el Día Internacional de las Personas Mayores, con el desaolojo, lo que supone "el incumplimiento de los compromisos dados desde la Subdelegación el pasado viernes". Asimismo, que todo sucede en un día en el que se efectivizó el traspaso del servicio desde la concesionaria al Concello, en un proceso "lleno de irregularidades, chantajes a las familias y actitudes violentas por el gobierno municipal".

Denuncia la incertidumbre generada para los trabajadores, recordando el derecho a subrogación reconocido en su convenio colectivo, que protege su puesto de trabajo en el caso de cambio de titularidad.

Sobre dichos trabajadores la alcaldesa apunta que la residencia va a cerrar por lo que será la propia empresa quien se encargue de los mismos y cuando se restablezca el servicio en A Bola "reconoceremos los derechos que le otorga la ley". Y es que apunta que la residencia cerrará desde hoy por problemas derivados de la falta de mantenimiento durante 8 años. Asegura que hay fuga de aguas fecales, entre otros daños, y que a pesar de que se pidió a la empresa el acceso de técnicos para valorarlos no se lo permitió. Ahora se va perforar la planta baja del edificio, y ver otros desperfectos.

Asimismo, aclara que los ancianos están siendo repartidos en varias residencias, siendo 24 plazas, y que una vez reabra la de A Bola podrán retornar los que quieran, ya que se les está remitiendo a los familiares conocidos un impreso de reserva de plaza. Aclara que se está ejecutando un auto de desalojo por recomendación de los técnicos.

Por su parte, el administrador de la empresa, Manuel Fernández, apunta que el contrato acabó en junio de 2016 y era improrrogable por ley por lo que pidió que se sacará a licitación y así poder presentarse y a la vez proteger la subrogación de los trabajadores pero no se hizo y "estuvimos dos años y medio sin contrato". Uno de los trabajadores se queja de que ayer la alcaldía "nos echó a la calle y sin papeles", por lo que hoy se manifestarán, incluso dice también lo harán familiares de los ancianos, y luego presentarán denuncia donde corresponda.

Y desde el BNG manifiestan su rotunda oposición a la forma de gestionar el problema por parte de la Alcaldía, que dice "en lugar de buscar soluciones y garantizar la adecuada atención a los usuarios de la Residencia, únicamente trata de desalojarlos por cualquier medio".