El Ourense del futuro es peatonal. El plan integral de pacificación del tráfico redactado por Urba+ con aportaciones de grupos políticos y colectivos ciudadanos dibuja una ciudad liberada de coches en una gran área urbana que prácticamente duplica en superficie a la zona peatonal existente en la actualidad y que requerirá la creación de una red de aparcamientos disuasorios que resuelva el problema del estacionamiento.

El proyecto, integrado por más de una veintena de acciones, se ha estrenado este mes con el cierre definitivo al tráfico de Xaquín Lorenzo y el tramo de Cardenal Quevedo entre el parque San Lázaro y Habana, pero es mucho más ambicioso y, tal y como define el propio plan, requerirá "voluntad y valentía" de los diferentes gobiernos ya que es un programa a largo plazo.

En los últimos días, con motivo de la celebración de la Semana da Mobilidade se realizaron pruebas con cortes aleatorios y ayer, Día internacional sin Coches, permanecieron cerradas Pardo de Cela, Concordia y sendos tramos de Valle Inclán y Bos Aires. En lugar de vehículos, tomaron las calles las bicis y los niños que disfrutaron de actividades lúdicas y yincanas de juegos. Son avances de lo que será la futura ciudad que extenderá la malla peatonal por todo el centro urbano.

Para llevarla a cabo será necesario haber reducido previamente la limitación de velocidad a 30 km/h. Esta acción se ejecutará en el plazo de un año, tal y como refleja el cronograma, y servirá para pacificar el tráfico y abrir paso a un mayor uso de las bicicletas a las que se restringirá la circulación por las aceras, reservadas sólo a menores de 14 años.

La segunda peatonalización, denominada "nueva almendra" en el proyecto asumido por el gobierno local, abarca un total de 30 nuevas calles delimitadas por una ronda de circunvalación para vehículos que salvará del tráfico rodado a todos aquellos viales que queden dentro de la línea trazada entre la plaza de Mariñamansa (rotonda), avenida de Zamora, Progreso, Concepción Arenal, Sáenz Díez, Celso Emilio Ferreiro, Xoán de Nóvoa, Emilia Pardo Bazán, Pena Trevinca y Nosa Señora da Saínza.

Esta almendra tendrá un eje central peatonal que parte de la calle Rodríguez de Passera y llega hasta la avenida Castelao, en el entorno del campus universitario pasando por Bonhome, Galicia, Posío, casco histórico, Santo Domingo, Cardenal Quevedo y rotonda del Afilador. En su zona de influencia, delimitada por las grandes arterias de circulación (avenida de Zamora, Progreso, Emilia Pardo Bazán y A Saínza), se cerrará el tráfico, restringido sólo a residentes, garajes y carga y descarga. Se hará de forma gradual en un plazo que, según refleja el plan supera los cinco años, todo con el objetivo de propiciar progresivamente los desplazamientos a pie, el transporte público y la bici.

Al sur del casco histórico serán peatonales Ramón Puga, Nosa Señora do Viso, Cristal, Ermitas y García Mosquera. En el entorno de Progreso, Concepción Arenal y Parque San Lázaro se prevé el cierre al tráfico de Concordia, Xoán XXIII, Concello y Curros Enríquez, y al otro lado Valle Inclán, Ramón Cabanillas, Bedoya y Bos Aires, dejando Habana con ronda de circunvalación. En una fase posterior, la peatonalización se extenderá hasta Celso Emilio Ferreiro.