Los tiempos que maneja la Consellería de Infraestructuras e Vivenda revelan que el AVE en pruebas llegará a la ciudad, actualmente está previsto para finales de 2019, antes de que finalicen las obras de la futura estación intermodal, que estará en funcionamiento a mediados de 2020. Así lo anunció ayer su titular, Ethel Vázquez, que junto con el alcalde, Jesús Vázquez, representantes de ADIF, y responsables de las empresas, estuvieron presentes en el inicio de la primera fase del proyecto de construcción de la estación de autobuses, que junto con un aparcamiento subterráneo, con capacidad para 300 vehículos, conforman la intermodalidad.

Lo que quiso aclarar la conselleira de Infraestructuras es que la llegada del AVE en pruebas unos meses antes no causará problemas, por entender que las actuaciones previstas son "compatibles". Y sentenció que "no hay vuelta atrás" para "rematar la nueva estación y el aparcamiento a mediados de 2020", integrada con la intermodal diseñada por Norman Foster, y que de haber "incidencias, que sean las mínimas posibles".

Y explicó Ethel Vázquez la fase prevista, que se iniciaba ayer con el vaciado de dos edificios que se encuentran en la zona, en donde se ubicará la estación de autobuses, en la que se realizará una inversión de algo más de 10,9 millones de euros, financiando la Xunta el 75%. Además aludió a la necesidad de "acompasar" los proyectos: construcción de la estación de autobuses y del aparcamiento subterráneo, que según explicó está pendiente de rubricar un convenio con ADIF, que será en breve, después de resolver una cuestión de tramitación.

En cuanto a la segunda fase, relativa a la integración ferroviaria, contempla diferentes actuaciones en la actual ordenación de las vías, según se plasma en el proyecto de Norman Foster, modificado respecto al que había ganado el concurso, así como mejoras en la actual Estación Empalme. También se incluye la integración urbana, que incidirá en la permeabilidad entre los dos barrios, el de A Ponte y O Vinteún, que hoy están separados por la trama ferroviaria.

En lo que también incidió Ethel Vázquez fue en la "coordinación" y "cooperación" entre las tres administraciones implicadas: Estado, Xunta y Concello, así como el trabajo que se está llevando a cabo para que el "encaje de todos los proyectos en marcha sea perfecto". Y así, aludió que por parte de la Consellería de Infraestructuras" se mantiene un contacto permanente" con los responsables de ADIF, en referencia a las diferentes "reuniones semanales" que tiene como objetivo avanzar en las obras previstas, y de esa forma conseguir que Ourense pueda contar a mediados de 2020 con una estación "adaptada a las necesidades reales de los vecinos, y que según remachó tiene como ejes centrales: "integrada en el entorno, la intermodalidad, y la estética", tal y como se había establecido en la comisión de seguimiento sobre la llegada de la alta velocidad a Galicia.

El alcalde, Jesús Vázquez, aprovechó el inicio de las obras de la primera fase de la futura intermodal, para proclamar que se trata de "una fecha histórica para la ciudad con la visualización definitiva de uno de los grandes proyectos que permitirán transformar esta ciudad". Y calificó como la "gran obra del siglo XXI" la intermodal y adaptación de las estación ante la llegada de la alta velocidad, ya que eso supone "un antes y un después" para Ourense.

Con un reconocimiento a los representantes de la Xunta y Fomento, por el desarrollo de los proyectos previstos, el regidor subrayó que el inicio de las obras " es un día importante" para la ciudad en la medida en que esta infraestructura "contribuirá a culminar esa gran transformación que queremos para la ciudad".

Pero el proyecto que se va llevar a cabo en la entrada y parte lateral de la estación, donde se ubicarán la estación de autobuses y aparcamiento, es objeto de controversias, además de ser cuestionada al unísono por los tres grupos de la oposición.

De ahí que consideren un "grave error" que se siga adelante con un proyecto con el que mostraron su desacuerdo el propio Colegio de Arquitectos, y que llevó consigo diferentes iniciativas en el concello para intentar forzar una modificación, sin que lo consiguieran.

Las críticas sobre los problemas que se pueden generar en materia de tráfico y movilidad, y significar que un "centro de salud se convertirá en una rotonda", son rechazadas por parte de la Xunta y el gobierno popular, al defender que se trata de un proyecto elaborado por especialistas y con garantías.