Una vez más la oposición se unió para imponer al gobierno popular un acuerdo, en este caso relacionado con la construcción de un parque acuático en el municipio de la capital y no en el complejo deportivo de Monterrei, en el municipio limítrofe de Pereiro de Aguiar, como es la intención de la Xunta, y que apoya el gobierno popular, que no dudó en posicionarse en contra de la iniciativa de Democracia Ourensana.

Un acuerdo en el que se reclama a la Xunta que realice sin dilación un estudio integral para su inmediata construcción, implantación y puesta en funcionamiento, y a la que se opuso el gobierno popular. Pero al tratarse de una moción, cuya ejecución no es vinculante para el gobierno, todo hace indicar que se quedará en una mera declaración de intenciones, aunque desde la oposición se advertía de las consecuencias que eso puede tener, además de acusar a los populares de "estar aliados a municipios limítrofes -el de Pereiro- gobernados por el PP. Una acusación que negó de plano el portavoz del gobierno, José Araújo, que calificó de "proyecto serio" el que la Xunta pretende llevar a cabo en Monterrei.

El portavoz de DO, promotor de la iniciativa, calificó de "error tremendo" construir el parque acuático en Monterrei, ya que supone "cargarse el complejo deportivo", y alerta sobre otros problemas, como es que "no cuenta con un sistema para desaguar todos los días" y no hay garantías para "hacer captaciones del agua necesaria en caso de sequía". Las propuesta en la capital es Oira, aunque la más viable entiende que sería en Untes, con un aprovechamiento termal, que permitiría contar "con un parque abierto todo el año y no solo durante los meses de verano, con lo que no habría competencia en ningún sitio de España", remachó.

El apoyo de los otros dos grupos de la oposición se centró en la realización del estudio, aunque las dudas surgen sobre su viabilidad, tanto de ubicación, debido a las restricciones de la confederación Hidrográfica del Miño-Sil, como a la económica, en lo que se refiere a la inversión a realizar. Así lo puso de manifiesto el portavoz socialista, José Ángel Vázquez Barquero, que dijo no entender la postura del gobierno popular, en el sentido de que "apoyen el proyecto en Pereiro de Aguiar cuando los clientes son del concello de Ourense.

Por su parte, Martiño Vázquez argumenta su apoyo en que "se pide un estudio que permitirá tener datos serios, que es lo que queremos", para lamentar que la prioridad sea un parque acuático y no los problemas de la perdida de población que sufre la ciudad y provincia, así como el desempleo.

Para el portavoz del gobierno, la propuesta de Jácome, al que comparó con "un vendedor de pócimas mágicas, que le compraron PSOE y OUeC en este tema del parque acuático", es inviable llevar a cabo en ese emplazamiento de Oira debido a la "la clasificación urbanística que no lo permite", además de "estar el río Miño", que afecta directamente a la opción de Untes.

Y durante el debate, como viene sucediendo en todos los plenos, no faltaron los cruces de reproches. Así, Jácome acusó al presidente de la Xunta "de apropiarse de nuestra idea y desde 2016 no hizo nada más que anunciar el parque acuático en Monterrei". Y recrimina que por parte del alcalde de Ourense se justifique que "se vaya al concello de Pereiro "ya que así no tiene costes para el de la capital".

Por su parte, Araújo reprochó a Jácome de "apropiarse de la idea de la asociación de vecinos de Oira", y como allí no puede ser, no dudó en comprar la de un vecino de Untes".