La intervención en el campamento romano de Penedo de los Lobos, situado en Manzaneda, ha permitido descubrir la presencia militar romana más antigua documentada hasta el momento en el territorio de la actual Galicia, la cual podría vincularse cronológicamente a la época de las Guerras Cántabro-Astures.

Así lo ha confirmado el colectivo romanarmy.eu, encargado de llevar una campaña arqueológica que ha estado dirigida por el investigador del Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit) del CSIC, João Fonte, y que finalizó el pasado sábado. Está promovida por el propio Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit) del CSIC, el Concello de Manzaneda y el grupo de investigación Síncrisis del Departamento de Historia de la Universidad de Santiago de Compostela.

Durante la estancia, ha sido localizado material militar romano, entre el que se encuentran las características tachuelas de las sandalias romanas (caligae) y monedas acuñadas por Publio Carisio, legado del primero emperador Octavio Augusto durante las Guerras Cántabro-Astures, datadas entre el 25 y el 22 a. C., y utilizadas para pagar a los legionarios que participaban en las campañas bélicas.

Según el colectivo, estos hallazgos sitúan la construcción del campamento romano de Penedo dos Lobos en un horizonte cronológico anterior al cambio de era y posiblemente coetáneo a las Guerras Cántabro-Astures, con las que el Imperio Romano finalizó la conquista de Hispania. Así, se trata de un hallazgo "de gran relevancia histórica" para conocer los inicios de la romanización en este territorio. Hasta el momento, numerosos especialistas consideraban que la zona de Galicia había estado al margen del conflicto.

Aunque no es posible por el momento determinar cuál era la misión del contingente militar de Penedo dos Lobos, los hallazgos redefinen lo conocido sobre esta época y ayudan a contextualizar una presencia militar romana en este territorio que, a la luz de lo descubierto por el colectivo romanarmy.eu y otros equipos de investigación en los últimos años, es más amplia y diversa de lo conocido hasta la fecha.

Buen estado de conservación

Según han señalado los investigadores, el yacimiento arqueológico de Penedo dos Lobos, que se sitúa muy cerca de la estación de esquí de Cabeza de Manzaneda y que fue tradicionalmente una zona de pastoreo con vegetación que dificultaba su identificación, mantiene un estado de conservación "excepcional".

Su tamaño, de 2,34 hectáreas, lo define como un campamento de reducidas dimensiones con capacidad para acoger hasta mil soldados. Los arqueólogos que han estado trabajando en él han destacado el "excelente" estado de conservación de sus estructuras defensivas ya que conserva las características cuatro puertas que definen los recintos militares romanos y casi la totalidad del perímetro de la muralla, que además está construida en piedra, algo que no es habitual.

Penedo dos Lobos fue ocupado durante un período corto de tiempo, aunque, en base a los análisis de los hallazgos, los especialistas consideran que podría no corresponderse tanto con un campamento de marcha (construido para descansar durante una o dos jornadas) como con un campamento estacional, que sirviera durante un período más prolongado de tiempo (semanas o incluso un mes) a un contingente militar romano con una misión específica que aún se desconoce. El campamento había sido descubierto por un vecino de Petín, Rubén Lorenzo Pérez, quien comunicó al colectivo romanarmy.eu en 2016 la existencia de un recinto de alta montaña de características peculiares.