Aunque la asociación Auria intenta por todos los medios cuidar a sus asociados, la falta de un local en condiciones que complete todas las necesidades que el colectivo tiene dificulta enormemente su tarea. La situación del centro actual no ayuda a que todos los miembros puedan estar cómodos con la manera en la que se está organizando cada juntanza.

Dirigiéndose directamente al ayuntamiento, la presidenta de la asociación Auria, que también lleva la Federación Gallega de Asociaciones de Diabéticos, pide un cambio de local urgente. "Llevamos años pidiéndolo porque lo necesitamos", explica María Paz. Actualmente, aunque su local se lo ha cedido la Diputación, no puede ejercer con normalidad ya que la gente mayor con problemas de movilidad no puede acceder y tienen que atenderlos en la cafetería de enfrente.

Una situación difícil de afrontar para los asociados, ya que con sus cuotas pagadas religiosamente no es de buen recibo no poder formar parte del grupo en el local donde se realizan la mayoría de las reuniones.

La asociación de Diabéticos Auria se mantiene, además de gracias a las cuotas de los asociados, a partir de las subvenciones de Xunta, Diputación y Ayuntamiento, aunque la cuantía recibida por estas dos últimas no es especialmente grande.

Es la propia Diputación quien permitió a la Asociación de Diabéticos Auria instalarse en el local donde se encuentran actualmente, y aunque María Paz Gómez del Valle Ochoa asegura que su relación con la propia Diputación y el Ayuntamiento es buena, considera necesario y urgente realizar el cambio de local pertinente lo antes posible.

Aún así, la asociación continúa trabajando en la medida de lo posible por dar más información sobre una enfermedad silenciosa que afecta a más gente de lo que se cree y cuya imagen es muy diferente a la realidad.