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Estudio de la muralla y de otros elementos

Un grupo de arqueólogos, encabezados por el investigador del Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit) del CSIC Joâo Fonte, ha iniciado tareas de limpieza, prospecciones y documentación del yacimiento de Panedo dos Lobos en Manzaneda, el único campamento romano no permanente del noroeste peninsular que se encuentra a 1.460 metros de altura, en un magnífico estado de conservación. Tanto Fonte como el alcalde de Manzaneda, Félix Domínguez, tienen la esperanza de que al concluir estas tareas, el domingo día 26, se sumen a la iniciativa diversas instituciones, como la Diputación de Ourense y la Xunta de Galicia, para poder acometer las excavaciones arqueológicas, debido a su singularidad, por lo que "debería contar con protección como Bien de Interés Cultural", y a que "sería un gran complemento para la Estación de Montaña de Manzaneda". En estos momentos solo cuentan con el apoyo del Concello de Manzaneda y del CSIC.

Se trata de un recinto amurallado de 25.000 metros cuadrados, de forma rectangular, protegido por una pared de piedra de granito de la zona sin argamasa de 1,80 metros de ancho. Cuenta con cuatro puertas de entrada: tres en forma de clavícula -las del norte, este y oeste- y la principal, al sur. Al tratarse de un campamento romano no permanente, que previsiblemente utilizaba el ejército romano durante algunos meses de la primavera y del verano, evitando el invierno, por las tremendas caídas de temperatura que se registran en la zona, a casi 1.500 metros de altura, durante esa estación, no cuenta con barracones interiores. Los soldados dormían en tiendas de campaña, por lo que los arqueólogos no esperan encontrar muchos utensilios, pero sí algunas armas, objetos metálicos, monedas, piquetas de las tiendas de campaña, clavijas de las sandalias de los soldados y restos de cerámica. A diferencia de un campamento romano permanente, como los de Porto Quintela (Bande), o Ciudadela (Sobrado dos Monxes) -de mediados del siglo I después de Cristo- el campamento Penedo dos Lobos de Manzaneda "es temporal y anterior a los permanentes". Joâo Fonte considera que el campamento romano no permanente de Manzaneda "puede ser de finales del siglo I antes de Cristo o inicios del siglo I después de Cristo". Advierte que "de momento no tenemos ese tipo de evidencias materiales, pero nos movemos en ese abanico temporal". La muralla defensiva no cuenta con foso externo.

Joâo Fonte explica que realizarán prospecciones superficiales esta semana, para intentar documentar algunos materiales romanos. "De momento no sabemos a qué contexto histórico específico podemos adscribir este campamento. No sabemos si está relacionado con las guerras de conquista del noroeste peninsular, a finales del siglo I después de Cristo, o con un momento inmediatamente posterior a la conquista, en el que podían estar reconociendo el territorio y los recursos", indica. El arqueólogo considera que este campamento no permanente pertenece a la época anterior a la explotación minera de las Médulas, donde los romanos sacaron una gran cantidad de oro.

El equipo científico que dirige Joâo Fonte inició ayer los trabajos de limpieza de la estructura perimetral del yacimiento y de parte del interior del campamento, además de documentar gráfica y fotográficamente todos los detalles de la muralla y de las entradas, y "vamos hacer una documentación microfotográfica, utilizando un dron, para tener unas vistas aéreas. También vamos a utilizar algunos aparatos, para hacer alguna prospección más detallada en el interior del recinto. Vamos hacer prospección artefactual y vamos hacer prospección geofísica, para intentar documentar eventuales estructuras en el interior y elementos de estructuras materiales que puedan aparecer".

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