La delincuencia ha subido en la ciudad de Ourense un 10% entre enero y junio, según la última estadística del Ministerio del Interior. Es un incremento superior al global de la provincia, de un 6,2%. En el ámbito de competencia de la Policía Nacional se registraron en el primer semestre 1.860 infracciones, frente a 1.691 del mismo periodo del año pasado. Suben los robos con fuerza en domicilios un 17,3 %, con 61 delitos registrados en la primera mitad de 2018. También ha crecido el número de hechos de tráfico de drogas (13 en el primer semestre, un 18,2 % más), y los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria (26 casos, +36,8 %). El comisario, Juan Carlos Blázquez, ve "asumible" el repunte, partiendo de una estadística que era baja.

- El sindicato SUP ha atribuido a "la falta de personal para la prevención" el incremento de los índices de esos delitos.

- Debemos tener en cuenta que Ourense presentaba unas cifras extraordinarias positivas. Estadísticamente, llega un momento en que ya no se puede bajar más la tasa de criminalidad. Un nivel 0 de delincuencia es prácticamente imposible. Se ha producido un repunte muy asumible y muy predecible. Este año hemos tenido un incremento en los robos en domicilios, pero no nos afecta la delincuencia itinerante, sino que se trata de autores autóctonos. Además, hay buenos resultados en la resolución de casos.

- Sus predecesores han hecho hincapié en los últimos años en que ese tipo de delincuentes locales, un grupo de multirreincidentes, influyen en los casos de delitos como los robos.

- Es cierto. Cuando una persona ha cometido varios delitos de forma constante, los seguirá cometiendo salvo que ingrese en prisión preventiva. Es la única forma objetiva de que no continúe con esa dinámica delictiva.

- El diálogo con jueces y Fiscalía es clave para que entiendan según el caso si procede el ingreso. ¿Es buena la relación de la comisaría con las instancias judiciales?

- Las relaciones son buenas y el diálogo es fluido. Cualquier distrito de una gran ciudad tiene mucha más actividad delictiva y detenidos que Ourense, por lo que aquí la comunicación es fluida. No hay una relación anómala. La Fiscalía y el poder judicial saben perfectamente cuál es la situación de cada caso y creo que están cumpliendo con su labor. En ese sentido no tengo ninguna queja.