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José Elier Ojea: "Los incendios están provocados por tarados que ponen en peligro miles de vidas"

"En Ourense solo quedan 30 aserraderos, de los 120 que había"

José Elier Ojea, pasando una jornada de descanso en la playa. // FdV

Los madereros no echan las campanas al vuelo por la baja incidencia de los incendios en lo que va de verano. El presidente de la Federación de Aserraderos y Rematantes de Madera de Galicia advierte de que la situación es complicada. "El año pasado se manifestó el problema en octubre. Hay que estar atentos, porque este mes tuvimos una semana con temperaturas muy elevadas, en la que se sobrepasaron durante varias jornadas los 40 grados, y esta semana hemos alcanzado 36 grados, con lo que está secando mucha maleza".

-Todavía queda mucho verano.

-Ahora los incendiarios parece que se reservan para los meses de septiembre y octubre, en las jornadas de mucho calor, cuando se encuentra todo muy seco y aprovechan los días de fuerte viento.

-¿Los madereros son amigos o enemigos del fuego? Hay aserraderos que dicen que pagan prácticamente lo mismo por la madera de montes quemados que por la que no ha sido afectada por los incendios.

-Nosotros estamos desarrollando una campaña en los institutos de Galicia bajo el lema: "O monte é a nosa vida, axúdanos a coidalo". El fuego es absolutamente negativo para los madereros. Eso no tiene sentido, lo que quiere el maderero es madera verde, que no haya sido afectada por los incendios, porque eso perjudica la calidad de la madera y perjudica el futuro de la actividad. El monte que arde, queda anulado para muchos años.

-¿El fuego puede beneficiar a los ganaderos, para la renovación de pastos?

-Yo no sé mucho de pastoreo. Lo único que puedo decir es que en Galicia hay dos millones de hectáreas de suelo forestal, que se utilizan para suelo forestal y para pastoreo. Ojalá que hubiera en Galicia una cabaña extraordinaria, que demandase más tierra para el pastoreo. Si se hace algún tipo de quema, para mejorar la comida del ganado, habrá que hacerlo en unas condiciones adecuadas, para evitar que afecte al arbolado. Yo creo que nadie se aprovecha de eso, y si lo hay habría que perseguirlo y castigarlo adecuadamente.

-Lo que parece estar claro es que detrás de los incendios casi siempre está la mano del hombre.

-Eso no es ningún descubrimiento. Muchos de los incendios comienzan en varios focos al mismo tiempo, a la diez o a las once de la noche, cuando ya no pueden intervenir los medios aéreos. Detrás de eso está la mano de alguna persona, y lo que está claro es que está causando un daño para Galicia terrible, porque genera pérdida de puestos de trabajo y pobreza.

-Incluso llegan a señalar a miembros de las brigadas de extinción de incendios, que lo hacen por venganza o represalias. Se han detectado varios casos.

-En todo colectivo surge algún garbanzo negro. Si lo hay, habrá que intentar detectarlo y aplicarle la ley. Pero no se puede recurrir a la simplificación. Tenemos que concienciarnos de que mientras no valoremos lo que tenemos, no lo vamos a cuidar. Nosotros tenemos el monte abandonado, en un porcentaje muy alto, con lo que se incrementan las posibilidades de que resulte afectado por los incendios forestales.

-En algunas ocasiones, alguna autoridad ha hablado de terrorismo incendiario.

-Los incendios están provocados por tarados, que ponen en peligro miles de vidas humanas. Eso tenemos que combatirlo todos.

-¿Los incendios queman el futuro de los madereros?

-Claro, porque no resultan afectados solo los grandes árboles, sino que arden la simiente y los ejemplares pequeños. Con los incendios, se está destruyendo el futuro de los madereros. Hay que darse cuenta de que en Galicia había 600 aserraderos hace veinte o treinta años y hoy quedan poco más de 200. Y cada vez habrá menos, porque los incendios hacen que la madera cada vez sea de peor calidad. En la provincia de Ourense solo quedan 40 aserraderos, de los 130 que había. Y hay que pensar que el aserradero fue el primer empleo industrial del rural. Pero para lograr la viabilidad del sector forestal, hay que contar con superficies de más de 20 hectáreas de terreno.

-¿La solución pasa por copiar el modelo forestal de otros países?

-Sí, de Francia, Finlandia, Austria... El problema del minifundio, que se daba hace 150 años en esos países, lo fueron corrigiendo mediante medias fiscales, medidas políticas e incentivos a la unión de propietarios. Por lo tanto, hoy son países forestalistas, en los que la gente defiende el monte, porque sabe la riqueza que genera y los beneficios que aporta, desde el punto de vista medioambiental. En Ourense tenemos 550.000 hectáreas de superficie forestal, de las que 200.000 están a medio explotar, pero el resto está ahí dejado de la mano de dios. Galicia produce el 50% de la madera de España, en tan solo el 7% de la superficie forestal. El sector de la madera está proporcionando empleo a unas 70.000 personas, en puestos directos e indirectos.

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