La Guardia Civil, un juzgado de Santiago de Compostela y la Fiscalía de Menores de A Coruña investigan la denuncia de un adolescente de 17 años que acusa a sus padres de haberle dado algo en la bebida con el objetivo de conseguir que se durmiera, para supuestamente poder quemarle unos tatuajes en los brazos, que se deterioraron pero no se han borrado tras la asistencia prestada en el hospital de Verín. Al descubrir las abrasiones, el menor se marchó de la casa paterna en Ames (A Coruña) y buscó refugio en el domicilio de su novia en Laza, localidad a la que se desplazó en un taxi, y en la que por ahora se está haciendo cargo de la tutela temporal la madre de la joven, que lo acompañó para que presentara denuncia en el cuartel del instituto armado en Verín, ya que es necesario que un menor comparezca con un adulto.

La relación comenzó hace ocho meses y el joven ya había tenido estancias en Laza, donde es apreciado por la familia de su pareja, que lo considera "educado, responsable y un cielo". Fue atendido en el hospital de Verín por quemaduras en la piel. Le dijeron que es posible que la sustancia que lo llevó a dormirse fuera cannabis y le dieron crema antibiótica. El parte de lesiones y unas fotografías de las abrasiones se unieron a las diligencias para lo que determine la causa judicial que se ha abierto en Santiago por malos tratos en el ámbito familiar y lesiones, en principio no graves.

Grabó el nombre de su pareja

Los hechos ocurrieron supuestamente la tarde del lunes 6 de agosto. Según la versión del chico, que es hijo único, tomó algo durante la merienda y se quedó profundamente dormido. Después de eso solo recuerda que, cuando se despertó, sintió dolor y comprobó que tenía quemaduras en los tatuajes de los antebrazos, en los que además de unos dibujos lleva el nombre de la novia -ella grabó el suyo- y la fecha del fallecimiento de un abuelo con el que el menor estaba muy unido.

La Guardia Civil, que mantiene abiertas todas las hipótesis, investiga si los hechos se ajustan a la denuncia y analiza además el contexto familiar del menor, que aseguró estar pasando una situación difícil en casa desde hace un tiempo.