El talante de un policía libre de servicio y con destino fuera de Ourense evitó ayer que un hombre de 77 años, de la ciudad, terminara en los calabozos por atentado a la autoridad y lesiones, en principio leves. El septuagenario reaccionó mal cuando el agente, que iba de paisano, se bajó de su coche para preguntarle por la ventanilla al señor, que estaba con el coche parado pero a punto de moverse, si se marchaba de la plaza. Presuntamente, el investigado se encaró y sacó una navaja con la que causó cortes en un brazo al policía, que ya se había identificado exhibiendo su placa cuando los ánimos empezaron a calentarse.

Los vecinos de la calle San Rosendo del barrio de A Ponte, donde ocurrió el altercado, escucharon las quejas de dolor del agente. El agresor se dio a la fuga pero, tras la alerta del perjudicado, fue localizado gracias a un amplio operativo de policías, en el que participaron tres vehículos rotulados de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana y agentes de servicio de la Policía Judicial.

Una vez que dieron con el septuagenario, no fue detenido porque la víctima, en este caso policía, prefirió que no lo detuvieran -por su edad avanzada, como razón principal-, y optó por dialogar con él para hacerlo entrar en razón.

Se libró del mal trago de los calabozos, pero la comisaría levantó un atestado y el septuagenario tendrá que rendir cuentas en el juzgado.