Los bomberos libran una nueva batalla cuando oscurece. De noche es la hora en que las avispas vuelven al nido; el momento para erradicar los nidos y atajar, caso por caso, una alerta ciudadana que es cada vez más frecuente y que ha llegado al corazón de las ciudades, tras la entrada de esta especie invasora por el noroeste de España en 2010, con una proliferación casi exponencial en los últimos años. Solo en el mes de julio, los bomberos del parque municipal de Ourense han erradicado más de 50 colmenas en lugares diversos y a veces insospechados, allí donde exista una rendija: en los cubos de la basura, el falso techo, el motor del aire acondicionado, en respiraderos de chimeneas, en farolas o balcones. Es un trabajo que, en verano, se suma a la carga incrementada por el riesgo mayor de incendios, para una plantilla bajo mínimos de efectivos, con 51 profesionales, 17 menos que el catálogo que establece la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), y casi un tercio por debajo de los 72 bomberos que había en el año 2000.

Ayer, el parque recibió del Concello dos nuevos capuchones para los dos únicos trajes de protección con los que cuentan. Hasta la fecha, los profesionales han tenido que improvisar soluciones. "Los cosimos a mano como pudimos, incluso con cinta americana, intentando reparar la tela facial para poder seguir retirando los nidos". La composición del tejido que cubre todo el cuerpo es gruesa, para evitar que el aguijón del insecto (de unos 6 o 7 milímetros) alcance la piel. Los equipos no tienen ventilación para poder refrigerar la sudoración. "Estos dos trajes, que nos entregaron el año pasado, son compartidos por todos los miembros del servicio. Imaginad cómo pueden quedar después de retirar durante el anochecer 5 o 6 nidos de velutina, regresando a las 2.30 de la madrugada", denuncian los bomberos. "Al disponer solo de dos se hace difícil prescindir de ellos para su limpieza y mantenimiento".

Pese a la entrega ayer de los nuevos capuchones con una redecilla de protección facial, los equipos siguen teniendo defectos. "A ninguno le funciona la cremallera, con el consiguiente riesgo de que la velutina pueda acceder al interior". Desde el parque consideran que el mínimo indispensable para hacer frente al creciente problema de la lucha contra la velutina "serían 6 trajes de distintas tallas".

Los bomberos adolecen de medios incluso más precarios para erradicar las colmenas de avispas. A falta de luces de infrarrojos, los trabajadores han improvisado una solución de andar por casa. Emplean sus linternas de intervención con un apaño: un trozo de botella acoplado con cinta adhesiva al foco. "Aunque parezca una secuencia de la próxima película de "Torrente", funciona bastante bien", denuncian con sarcasmo.

La falta de material adecuado incrementa el riesgo al que se enfrentan los bomberos. "Las linternas de infrarrojos son una herramienta indispensable en el ataque nocturno a un nido, pues la luz roja es la única que permite observar la actividad antes de ser anulado y retirado, sin que el enjambre de avispas se altere, evitando que ninguna quede viva fuera", exponen.

Los bomberos han tenido que improvisar otra solución rudimentaria: a falta de una pértiga para actuar en el nido a una distancia prudencial de seguridad, recurren a medios más precarios, un palo, un caldero y una raspa. Son de 4 a 7 retiradas al día de nidos. Durante el día toman nota y acuden de noche. Ya hay lista de espera. Denuncian los trabajadores que "después de haber colaborado durante esta primavera, de forma totalmente altruista y voluntaria, incluso fuera de servicio, en el programa "Stop Velutina" para informar a la ciudadanía sobre este problema que nos azota, sigamos estando con esta precariedad".

El viernes, el pleno aprobó la constitución de una mesa de trabajo para abordar y resolver las carencias y las necesidades de los bomberos, tras una propuesta de Ourense en Común (OUeC). El concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Campos (PP), recuerda que el problema de la proliferación de nidos en la ciudad "está surgiendo este año, ahora se llama directamente a los bomberos". Su intención es reunirse a mediados de este mes con representantes sindicales del servicio y muestra voluntad de paliar las carencias de medios materiales ante la expansión de la velutina: "Trataré de que haya más trajes de protección, al menos dos más"