La edil socialista Concha García alertó el viernes al término del pleno de la situación de desamparo en la que podrían quedar las mujeres víctimas de violencia machista en Ourense tras comunicar la Fundación Amaranta al Concello su decisión de no continuar con el proyecto de la casa de acogida.
El alcalde confirmó que existía un diálogo abierto con la entidad, en el que también participa la Xunta, con el objetivo de encontrar una solución que permita dar continuidad al servicio. De hecho, señaló que tras celebrarse una reunión la tarde del jueves con la secretaria de Igualdade de la Xunta, "se lo están replanteando".
Jesús Vázquez afirmó que, si bien "inicialmente la fundación tenía intención de abandonar el servicio de violencia de género", la situación podría revertirse al existir un "compromiso" de la Xunta de "colaborar para apoyar a la ciudad en este sentido". El alcalde explicó que el incremento de fondos que recibirá la Xunta para la lucha contra la violencia de género, que cifró en 8 millones, favorecería la continuidad de este servicio y "nos liberaría fondos para cubrir otros programas contra esta lacra".
La casa de acogida está gestionada desde hace años por una orden religiosa. El último concurso convocado por el concello, por un importe de 100.000 euros anuales, quedó desierto.