En plena canícula, el pleno del Concello de Ourense, la capital gallega del calor, debatió ayer posibles alternativas de refresco para aliviar las asfixiantes jornadas estivales que soporta la población en esta ciudad. La iniciativa partió del grupo de Democracia Ourensana, que apuesta por la instalación de piscinas portátiles en diferentes barrios y la colocación de hinchables acuáticos o estructuras similares.

Gonzalo Pérez Jácome lamentó que la ciudad que más padece los episodios de calor extremo no ofrezca más alternativas a la población que "una piscina de 20x7 en Os Remedios y el complejo público de Oira, a dos kilómetros del centro".

El líder de DO planteó la iniciativa comparándola con las piscinas comunitarias de una urbanización en la que los vecinos podrían acceder caminando desde sus propios domicilios, "sin ropa y llevando lo justo para el baño" por lo que "no son necesarios aparcamientos ni vestuarios".

DO sostiene que todo son ventajas, pues las piscinas son fáciles de montar y desmontar, su precio es económico y el mantenimiento "muy sencillo" ya que el material de fabricación impide el desarrollo de microorganismos. También defiende el ahorro y sostenibilidad del agua y su disfrute inmediato.

No obstante, y a pesar de que la moción salió adelante con el apoyo del PP y Ourense en Común, la propuesta fue muy contestada por los grupos políticos. El edil de Deportes, Mario Guede, defendió que los servicios de ocio acuático que ofrece la ciudad son mayores que en otras ciudades como Santiago y y mostró su apoyo a la instalación de juegos pero no a las piscinas portátiles, a las que todos excepto DO vieron problemas de viabilidad. En cualquier caso, PP y OUeC votaron a favor del acuerdo, que incluye el estudio y presentación de un proyecto.

El portavoz del PSOE, José Ángel Vázquez Barquero, se mostró muy crítico y recordó que instalaciones de este tipo están sujetas a la normativa de piscinas de uso colectivo que requieren una serie de servicios complementarios para los que, entre otras cuestiones, no existiría espacio en los barrios. Barquero se mostró más partidario de estudiar "alternativas de carácter permanente, no de quita y pon".