Las zonas termales y la riberas del río Miño se convierten en la principal opción de los ourensanos cuando los calores se instalan en la ciudad y el termómetro vuelve a superar los 30 grados centígrados, como sucedió en la jornada de ayer. De ahí que de nuevo la termas públicas de A Chavasqueira y de Outariz fuesen lugar de descanso preferente. Y a falta de playa y mar, la mejor alternativa es el espacio termal, en las que además de aprovechar las propiedades de las aguas, también se puede uno refrescar.
Y eso que, como viene sucediendo en los últimos tiempos, se trata de una cuestión que no está exenta de polémica, relacionada con las infraestructuras que existen, el cuidado de las mismas, así como los accesos, que en algunos casos son objeto de cruces de reproches continuos entre el gobierno popular y los grupos de la oposición.
Uno de los centros de la controversia está directamente relacionado con la falta de actuación para mejorar el aparcamiento de la zona de Reza que se encuentra un poco antes de la pasarela que comunica directamente con los charcas. Es algo habitual, sobre todo los fines de semana, con la llegada de visitantes, que ese espacio resulte totalmente insuficiente, y más con las deficiencias que tiene en la actualidad, debido que sigue a la espera de que se pueda acondicionar, mejorando la imagen del entorno.
El otro problema es que el establecimiento de hostelería, de titularidad municipal, permanece cerrado a la espera de un nuevo concurso de adjudicación.
