El grupo socialista anunció que apoyará un nuevo plan de inversiones para la ciudad, pero con "condiciones", en concreto seis, a la vez que pone de manifiesto la "nefasta gestión" del gobierno del PP, argumentando su "incapacidad" de gestionar los 13 millones de euros para llevar a cabo la ejecución de 60 proyectos, pues como señala en su informe el interventor municipal solo se ejecutó el 4,5%.

Apelando a la "responsabilidad con los ciudadanos", el portavoz del grupo, José Ángel Vázquez Barquero, acompañado por el secretario local del PSOE, Fernández Morgada, justificaban ayer, durante una comparecencia, el apoyo al nuevo plan de inversiones del que por el momento se desconoce la cuantía económica, que deberá ser objeto de una modificación de crédito, y de las obras a realizar, y todo ello a pesar del "balance desastroso" que aseguran realizó el gobierno popular del anterior plan, toda vez que la mayoría de los proyectos deberán ser objeto de una nueva aprobación plenaria para su ejecución.

Además de reprochar al gobierno popular el "autobombo y la propaganda" que realizaron para "esconder su incompetencia", le piden "autocrítica", y que atiendan sus obligaciones ya que "se acabaron los cheques en blanco", en alusión a la aprobación del anterior plan de inversiones que se aprobó a finales de 2016. De ahí que ahora la hoja de ruta la pretenden marcar los socialistas con una serie de "condiciones imprescindibles" de las que daba cuenta Vázquez Barquero.

Máximo control

Así, bajo los parámetros de "compromisos reales, transparencia y máximo control del gobierno local", el portavoz socialista puso sobre la mesa las seis condiciones para apoyar el plan de inversiones que trasladarán al alcalde, Jesús Vázquez, y al edil de infraestructuras y portavoz del gobierno, José Araújo. La primera de ellas está relacionada con presentar un plan de inversiones que sea un "proyecto de ciudad que no es iniciativa del PP", una cuestión que "debe ser trasladada a la ciudadanía".

La segunda de las condiciones se centra en la creación de una comisión de seguimiento y control, en la que estarán representados todos los grupos políticos que forman parte de la corporación -PP, DO, PSOE y OUeC- "en igualdad de condiciones", así como la federación vecinal Limiar y la asociación Miño, y los colectivos vecinales que no forman parte de la federación o asociación, que deberá reunirse una vez al mes para conocer la situación de la obras aprobadas, y de la que se deberá levantar el acta correspondiente.

También señalan como otra de las condiciones que será la comisión, asistida por los técnicos municipales, la que se encargará de elaborar la propuesta final de proyecto que se llevará a pleno para su aprobación definitiva, y la posterior modificación de crédito, sellando ese "compromiso institucional".

Por último, en el capítulo de condiciones que plantean los socialistas, se incluye la posibilidad de modificar el plan, pero a través de un procedimiento reglado, y con la "condición vital" de que una vez al mes el gobierno popular emita un informe sobre la gestión realizada, que se elevará a pleno para su debate y aprobación. Se trata, según proclamó Barquero, de que la comisión "controle y fiscalice" la acción del gobierno". Y advierte que "se acabaron las excusas: queremos luz y taquígrafos, no como se hizo hasta estos momento, para sacar a la ciudad del impás en el que se encuentra".

Acatar condiciones

La respuesta del gobierno popular a la propuesta de los socialistas sobre el nuevo plan de inversiones no se hizo esperar, y a través de un mensaje de audio, antes de asistir al congreso del PP en Madrid, el concejal de Infraestructuras, José Araújo, asegura que "ya en el anterior plan de obras, el gobierno acató todos los condicionantes impuestos y volveremos hacerlo siempre y cuando los vecinos lo asuman".

Araújo deja claro que el plan de obras es una iniciativa del movimiento vecinal " y no del PSOE", en alusión a las manifestaciones de Barquero en que se arroga la iniciativa. Y añade al respecto que, en cualquier caso, el gobierno municipal "tiene claro que su objetivo es conseguir mejoras para Ourense y el Plan de Obras es fundamental para sacarlas adelante, así como las reuniones con las asociaciones de vecinos, que son práctica habitual". Para incidir en que "la lealtad del gobierno con el PSOE en este asunto siempre fue exquisita".