El Concello de Allariz y la Universidad de Vigo iniciaron el 18 de junio una nueva campaña de excavaciones en el Castro de Armea, en Santa Mariña de Augas Santas. Se trata de la quinta campaña arqueológica que desarrolla el Grupo de Estudos en Arqueoloxía, Antigüidade e Territorio de la Universidad de Vigo (Geaat) con financiamiento municipal, y que concluyó con buenos resultados, descubriéndose "el tesoro pétreo de Balvís", y más restos de interés

En la fase de excavaciones los arqueólogos destacan los buenos resultados de este año no solo por conseguir su objetivo de dejar descubierta en su práctica totalidad la zona de la atalaya de este enclave sino también por encontrar restos pétreos muy relevantes para el yacimiento.

Precisamente, Esther de Blas, vicerrectora del campus de Ourense, María Cristina Cid, alcaldesa de Allariz, y Susana Reboreda, decana de la Facultad de Historia, visitaron ayer el yacimiento para conocer en compañía de Adolfo Fernández, responsable de la intervención arqueológica, los avances logrados.

Blas destaca como esta iniciativa se enmarca en el compromiso de colaboración del campus con los concellos de la provincia y como "permite poner en valor, sacar a la luz, nuestro patrimonio", mostrando su deseo de que continúe en el futuro. Y anticipando la intención del concello de renovar la colaboración con la Universidad, la alcaldesa manifestó su deseo de que se unan a esta iniciativa la Xunta y la Diputación Provincial.

Así, Fernández explica que la campaña ofreció "muy buenos resultados", y que supuso "un cierre excelente" a los cuatro años de convenio con el Concello de Allariz que ahora concluye. Un equipo de casi 20 personas participaron en la intervención. Sobre los resultados señala como la zona de la atalaya, de unos 2000 metros cuadrados, queda prácticamente descubierta, estando solo pendiente la excavación de algún pequeño espacio o de posibles capas inferiores a las ya descubiertas.

Explicó que sacando el relleno de una de las zonas que en los años 50 Francisco Conde-Valvís excavó y luego tapó, el equipo ahora encontró lo que ellos llaman "el tesoro pétreo de Balvís". Bajo uno de los muros de la finca habían varias bases, capiteles y fustes de columnas, varias partes de molinos y una roseta que Conde-Valvís, al contrario de lo que hizo con otros hallazgos cuando excavó el yacimiento, no registró ni trasladó al Museo Arqueolóxico de Ourense sino que depositó y cubrió allí.

Igualmente relevante fue sacar el domus norte, donde se encontró in situ una columna completa que sustentaba el techo de una de las salas y que esperan poder recolocar con los permisos pertinentes. Además, un posible sistema de calefacción o canalización de tejas y una inscripción en dos piedras, la segunda de este yacimiento, con las letras MAX y que probablemente pueda ser parte del nombre del propietario de la vivienda.

Según Fernández, los avances de esta campaña permiten situar a la "Cibdá de Armea" como "un yacimiento único" de origen romano, ocupado ex novo alrededor del siglo I después de Cristo y abandonado en el III. Dice "una auténtica ciudad romana" que supondría después de la ciudad de Lugo el principal tejido urbano de época romana de Galicia.