"Ha habido incluso acuerdos plenarios, pero no conseguimos que el Concello incluya la Feira do 21 en la ordenanza reguladora de citas feriales, como una cita estable el día 21 de cada mes; pero aún así este sábado, los vecinos y comerciantes volveremos a demostrar que hay ganas y de lo que somos capaces", explica Héctor Rojas, presidente de la Asociación de Comerciantes del barrio, organizadora el sábado de su "Feira do 21".

Ourense tiene sus propias calendarios feriales, los únicos de la ciudad el 7 y el 17, con dos ofertas simultáneas, el pulpo en la zona del Campo da Feira y el mercadillo de ambulantes del Barbaña, y la del día 26, sin oferta gastronómica.

La Feira do 21 quiere ser "la recuperación con carácter etnográfico de esa cita ferial que remató hace 80 años, en el barrio, y en la que hemos puesto todo nuestro corazón, y esfuerzo, de hecho tenemos ya más de medio centenar de puestos, y los que nos visiten se van a sorprender pues junto con los puestos de gastronomía típica tenemos artesanos que venderán y realizarán sus piezas en directo, sorteos para los clientes y muchas oferta culturales, eso no faltará"·, indica el comerciante y fotógrafo Héctor Rojas.

Una de las novedades serán un taller de cocina sana, con el que pretenden involucrar también a los niños, pero además habrá un certamen de poesía a cargo de Circulo Poético Ourensano, y se presentará algo de lo que carece la propia feria de la capital como es una Muiñeira da Feira do 21, compuesta expresamente por Isidro Vidal, para esta cita del barrio, que pugna por dar un empuje a uno de los núcleos más poblados del municipio de Ourense

También habrá exposiciones, como la de Fundación n de Estudios Estudios Anselmo Lorenzo, paneles divulgativos sobre el Castro de Oira así como stands de otros colectivos como Protección Animal y Marcha Mundial das Mulleres. A todo so se suman cuenta cuentos con "O carballo con botas" de Anxo Moure, para los niños y como no "fotocall do 21", para aquellos que quieran inmortalizar su imagen en una feria, que se distingue de otras, en ese carácter etnográfico que con un pie en el siglo XXI, intenta recuperar una estética, propia de aquel principio en o 21, un bulle bulle a medio camino entre una ciudad que aspiraba a serlo, y sus aldeas.