Celso González se ha convertido en el primer alumno de la Universidad de Vigo en completar el grado de Historia bajo la modalidad semipresencial.

Después de matricularse en el curso 2013/2014 que fue el primero que ofrecía esta variedad, Celso está pendiente de presentar su trabajo de fin de grado con la formación ya terminada.

Aunque en el pasado curso la matrícula a esta modalidad ya contaba con 37 personas, Celso González fue el único estudiante que se anotó al grado semipresencial de Historia y Geografía en su año de arranque.

"Vi en la prensa que había esta posibilidad y me animé a apuntarme porque me gustaba la historia", afirma. Ahora, con el grado presumiblemente casi terminado recuerda la experiencia como una etapa "con momentos duros" pero cuyo secreto está en "la constancia y dedicarle cada día un tiempo". En este sentido, asegura, agradece al centro y el profesorado "todas las facilidades" recibidas.

Celso compatibilizaba su trabajo como funcionario con sus estudios y ahora que prácticamente ya ha terminado la carrera, no descarta seguir estudiando en la Universidad de Vigo en el futuro. Concretamente, fija su interés en un máster relacionado con la historia.

Como explica la Uvigo en su página web, la modalidad semipresencial es una forma de estudiar un carrera a distancia gracias a la ayuda de materiales online, la obligatoriedad de realizar tutorías presenciales o virtuales y la asistencia a pruebas de evaluación.

De esta forma, el estudiante que así lo precise podrá cursar sus estudios sin tener que asistir todos los días a las aulas.

Crecimiento año tras año

La decana de la Facultad de Historia Susana Reboreda afirma que con el caso de Celso como ejemplo se corrobora que la semipresencialidad cumple su objetivo de "atender a la demanda de un perfil sobretodo de profesionales que trabajan y no pueden realizar estos estudios por no ser compatibles con su horario". La idea de crear esta modalidad semipresencial vino derivada de que el grado no juntaba el número mínimo de alumnos que la Xunta exige a los campus universitarios periféricos. "Las soluciones eran o dar a conocer más el grado u ofrecer la posibilidad de cursarlo de

Una vez desarrollada la iniciativa, se ha ido cultivando un perfil común de los matriculados en este tipo de modalidad. Para Susana Reboreda este estudiante destaca por "ser muy aplicado, pues tiene mucho interés y motivación". Además, la inexistencia de una perspectiva profesional para elfuturo en el estudio del grado "ayuda a que los estudiantes sean gente interesada en el conocimiento".

Las expectativas para el grado son positivas., cuenta Susana. De hecho, en el pasado curso el grado sobrepasó la cifra de 45 alumnos exigidos por la Xunta y contó con 37 estudiantes matriculados en la modalidad de estudio semipresencial.