Un aviso a navegantes fue el que envió ayer Eligio Nieto en su último acto como presidente de la Asociación de Empresarios de la Construcción de Ourense, al sentenciar de forma contundente: "Vamos a estar sin PXOM (Plan Xeral de Ordenación Municipal) toda la puñetera vida; esto no tiene solución". Algo de lo que responsabiliza a "todos los grupos políticos", con los que, dijo, se mantuvieron reuniones, empezando por el gobierno popular. Para remachar que "es una vergüenza que una ciudad como Ourense siga con un plan de urbanismo de 1986".

Y aunque la comparecencia de Eligio Nieto tenia como argumentos dar el testigo al frente de la presidencia de la patronal de la Construcción, después de 13 años, a Santiago Ferreiro, que venía ocupando el cargo de tesorero, en la asamblea general que se celebró ayer, así como dar a conocer los datos del sector en el último año, que señalan un "ligero repunte", la situación del urbanismo en la ciudad se convirtió en el asunto que "para nosotros tiene mayor relevancia". Dejando claro que "no es que se puedan perder puestos de trabajo, lo que realmente debe preocupar es que no se crean por no tener un nuevo Plan de Urbanismo".

Oportunidad de crear empleo

Una preocupación clara que conjuga con la impotencia de no poder haber avanzado: "No le veo futuro. Arrojé la toalla después del último encuentro con los responsables de los grupos políticos". La realidad es que los datos económicos revelan que existe un "repunte" después de la "sangría" que tuvo en el sector la crisis, así como la "reactivación" del mercado inmobiliario, no están consonancia con los mecanismos para poder consolidar esa recuperación por no contar con un PXOM. "Se está perdiendo una gran oportunidad para la creación de empleo, que es lo que debe importar", sentencia Nieto.

Por su parte, el nuevo presidente, Santiago Ferreiro, apuntó otra de las preocupaciones que tiene el sector de la construcción en relación al PXOM, sobre todo después de los últimos acontecimientos, como es la "inseguridad jurídica" del futuro documento urbanístico. Eso lleva consigo que "no hay inversión, provocando que los promotores y las empresas no se arriesguen".

Lo que evitaron tanto Nieto como Ferreiro fue entrar a valorar diferentes cuestiones que son objeto de controversia y que mantienen el PXOM bloqueado, como "el conflicto y atribución" sobre la aprobación provisional, o la necesidad de una nueva exposición al público del documento. "Es una cuestión de los técnicos, en la que no podemos entrar", aunque advierten que "un plan es muy fácil de anular", en alusión a lo que pasó con el de 2003 y la posterior ordenación provisional, en algunos casos "por una chorrada".

Así las cosas, Ferreiro asume el compromiso, en el nuevo ciclo que se inicia, de seguir luchando para que se pueda tener ese instrumento clave para el desarrollo de la ciudad, como es el PXOM, aunque reconoce que "no conseguimos poner de acuerdo al gobierno y la oposición", en un mandato que se está consumiendo y sin que se atisbe la mínima posibilidad de alcanzar el consenso necesario.