Lo que parece estar claro es que el gobierno popular sólo cuenta con un único posible aliado para mantener el plan de inversiones, y no es otro que el grupo socialista, con el que había formalizado su puesta en marcha, a través de la aprobación de una modificación de crédito, toda vez que el concello sigue con los presupuestos de 2014 prorrogados.

Pero las diferencias entre gobierno y PSOE surgieron a raíz de nivel de ejecución que se llevó a cabo, y que se acentuaron cuando el informe del interventor municipal plasmó que rondaba el 5%, con lo que de los cerca de 13 millones de euros, las obras finalizadas y pagadas, no llegaba al millón de euros. Desde ese mismo momento, el portavoz socialista, Vázquez Barquero, cargó contra la "nula gestión" del gobierno popular, discrepando incluso en la cuantía económica que se debería llevar a la modificación de crédito.

Así, mientras el gobierno popular insiste en que son algo más de 9 millones de euros, los socialistas, en función del informe de fiscalización realizado por el interventor, entienden que rondaría los 12 millones de euros. Una situación que los populares esperaban superar aprobando el proyecto de presupuestos para 2018, pero que sigue en fase de espera después de que fuese rechazado en bloque por la oposición.