La calzada bajo un torrente de agua en la calle Cervantes, un contenedor flotando en Sierra de Martiñá, cascotes caídos de un edificio en Portocarreiro, caos en el tráfico, desagües colapsados, varios bajos y locales inundados, tres actividades de las fiestas suspendidas y los bomberos trabajando a destajo. La tormenta descargó ayer con fuerza a media tarde en Ourense. En solo diez minutos cayeron 12 litros por metro cuadrado, lo equivalente a 72 en una hora, según los datos del portal meteorológico 4gotas.com, que calificó la tromba de "locura". Según la estación de Meteogalicia en Ourense, a las 15.40 había 4 litros de lluvia acumulada. Media hora después, 24.

La tromba anegó varias calles del casco histórico, convirtiéndolas en auténticos ríos que arrastraron todo lo que hallaban a su paso. El aguacero dificultó el tráfico. Durante unos 20 minutos los coches tuvieron que abrirse paso y esquivar los objetos que arrastraba el agua. En Pardo de Cela, junto a las atracciones de las fiestas, se formaron balsas de agua al estar saturadas varias alcantarillas. En Colón, afectó al mercado medieval. En la calle Castelao en la zona del campus, en el Puente Nuevo, en Ervedelo, en la Avenida de Zamora, Rúa do Progreso, o en la carretera de Vigo y el puente de Marcelo Macías se formaron balsas de agua que dificultaron la circulación y pillaron desprevenidos a muchos peatones. En un tuit, Ourense en Común echaba ayer la culpa, en parte, a la falta de limpieza de los sumideros.

Por razones de seguridad, el Concello decidió suspender el concierto previsto para las 20 horas en la Praza de San Martiño, el teatro de rúa que debía empezar a la misma hora en Praza Bispo Cesáreo, así como otra actuación programada para las 21 horas en la Praza do Ferro.