Los trabajadores del comercio textil, sector que cuenta con 1.800 asalariados en la provincia de Ourense, reclaman una subida de 60 euros lineales, para el bienio 2018-2019, al permanecer con la nómina congelada de 873,19 euros brutos -700 euros netos- desde el año 2010, por trabajar 40 horas semanales. Los asalariados piden que ese incremento se complemente con otro abono, que podría canalizarse mediante una nueva paga, para compensar la pérdida del poder adquisitivo durante el período que abarca desde 2010 a 2017. La patronal propone una subida de un 2% para los años 2018, 2019 y 2020, que supondría el abono de una cantidad que oscila entre los 12 y los 18 euros, condiciones que rechazan de plano los sindicatos, por lo que hace unas tres semanas se ha roto el diálogo entre los trabajadores y la patronal. Una veintena de personas, en representación de UGT, CCOO y CIG, se concentraron ante la sede de la CEO para reclamar que se reanuden las negociaciones para lograr un nuevo convenio colectivo. La próxima semana se concentrarán de nuevo, ante el edificio de Zara, en la rúa do Paseo.