Estornudos, picor de ojos, urticaria, inflamación de las mucosas nasales, conjuntivitis, asma. Son los síntomas que, según la gravedad y la historia clínica personal, pueden experimentar los alérgicos al polen. El tiempo veraniego que se mantendrá en los próximos días, y que deja atrás meses de gris, frío, chubascos y nieve, favorece sin embargo el aumento de incidencia de las gramíneas, cuyas concentraciones están alcanzando niveles altos en la mayor parte de Galicia, pero especialmente en zonas rurales del interior. Este tipo de polen, el que más reacciones provoca a las personas con alergias respiratorias, se mantendrá en el aire hasta bien avanzado el mes de julio, prevé la Rede Galega de Aerobioloxía. En Ourense existe una unidad en la sanidad pública que trata esta y otras alergias. Está en el Hospital Santa María Nai, en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), y en el año 2017 atendió a 2.352 pacientes nuevos, lo que supuso un aumento en comparación con las 2.158 personas vistas en 2016. En 2015 trató a 2.246.

Según el Sistema de Información Ambiental de Galicia, la principal incidencia de polen en Ourense es el de las gramíneas. Son un conjunto de granos diminutos que desencadenan reacciones en contacto con el organismo y al ser inhalados. Junto a la alergia al pino, la de las gramíneas destaca aquí por encima de otras especies como el roble, el aliso o el castaño. En la ciudad, abril es el mes de mayor concentración de alérgenos en el aire por la polinización simultánea del pino y el roble, pero este año, lluvioso, "ha sido benigno climatológicamente hasta que ha llegado la época de las gramíneas", recuerda el jefe de sección de la unidad de alergias del CHUO, Carlos González de la Cuesta, en cuyo servicio trabajan tres médicos y tres enfermeras, y son derivados pacientes de toda la provincia, la mayoría desde el nivel de atención primaria.

En la provincia se distinguen dos épocas climatológicas para las alergias respiratorias: la húmeda, la de otoño e invierno, marcada por las reacciones a los ácaros, y la de la primavera y el verano, peor para los que padecen polinosis. Los días calurosos y con viento hay más granos en suspensión, lo que agrava los síntomas de este tipo de pacientes, aunque suelen presentarlos "un mes antes y un mes después". La época de las gramíneas se extiende, por regla general, de mayo a junio. Los chubascos que se mantuvieron hasta hace solo unos días limpiaron arrastraron el polen al suelo. Con el anticiclón, la incidencia irá a más.

Dice el médico que la tendencia es que las alergias respiratorias tiendan a desaparecer: a los ácaros, entre 5 y 10 años, y al polen, entre una década y dos. Pero cada caso, según se manifiesten los síntomas, exige una respuesta. "Es infrecuente" que este tipo de alergias supongan un riesgo vital, aunque sí puede ocasionar crisis de asma a quien padezca la patología. Según explica González de la Cuesta, el paciente tipo, al que se le aconseja evitar la exposición al alérgeno todo lo que sea posible, tiene estornudos y consume más pañuelos de lo habitual. Puede necesitar antihistamínicos si sufre atascamiento y, si aun así no se reduce, requerir además un corticoide o un colirio si aparecen síntomas oculares. "Cuando la reacción es persistente y frecuente recomendamos la vacunación", subraya el alergólogo. El tratamiento contra los ácaros y gramíneas dura 5 años. "El 80% mejora y pasa a estados más leves".

Una respuesta del organismo a las gramíneas u otros granos de plantas y árboles se une, en algún caso, a otras reacciones. "Las personas con alergia al polen son las que más frecuentemente tienen alergia a las frutas. Las personas con alergia respiratoria suelen presentar además dermatitis atópica. Son asociaciones que vemos con frecuencia".

Suele aparecer en la infancia

En Ourense, la provincia con la edad media más elevada de España -por encima de los 50 años-, donde uno de cada tres habitantes supera los 65, la tasa de pacientes con alergia es menor. "Las alergias respiratorias son más típicas en gente joven, más frecuentes en personas con menos de 50 años. El debut suele producirse en la edad escolar, con lo que proporcionalmente hay menos pacientes en esta provincia que en otras zonas". Con todo, la vida moderna es un factor para que aparezcan más: "La expresión de las alergias ha aumentado en general. El tipo de vida urbano, con una alimentación procesada, menos ejercicio y menos vida al aire libre, causa un incremento", subraya el médico.

Aunque no está libre, Ourense no sufre el problema de polución que existe en ciudades más pobladas y con una densidad de tráfico mayor. Porque "la contaminación, sobre todo de los coches diésel, potencia la respuesta alérgica", avisa el jefe de la unidad de alergias del CHUO.