Domingo Castro no es solo un concejal del grupo de gobierno de DO en el Concello, sino también "usuario habitual de esta terma de A Veiga do Muíño, de las mejores, pues el agua mana ahí mismo, pero la situación de las cuatro charcas es lamentable", afirma.

Muestra en un recorrido por la zona el estado de las arquetas del fondo de las pozas, "la mayoría rotas y abiertas, lo que puede suponer accidentes para las personas que intenten sumergirse en su interior, porque no saben que están clausuradas de momento, hasta que se limpien". Asegura que "es competencia del Concello obligar a la empresa de limpieza a mantener esas pozas; y se hace fácilmente con una máquina de succión como la que yo tengo en mi propia casa". Pero además de lamentar "todo el abandono de los accesos, llenos de maleza e impropios de un símbolo de la ciudad como son las termas, hay una llave de paso del agua de la traída que cualquiera puede accionar y está abierta 24 horas vertiendo agua limpia. ¿Es eso ecología municipal?".